El 17 de junio de 2013, Andrea Bursten recibió el golpe más duro de su vida. Federico Ribero (44), su compañero durante más de una década, falleció luego de luchar intensamente contra un cáncer de pleura. La ex modelo se refugió en el amor de sus hijos, Francesca y Stéfano, y en el cariño de su círculo más íntimo.
"¡Brindamos por vos, donde quiera que estés! Una vez más, agradecer a mis hijos y amigos, como digo siempre, sin ellos, ¡estaría en el fondo del mar! ¡Los quiero!", escribió Andrea, en su cuenta de Twitter.
A seis meses de la pronta partida del empresario, Bursten pasa su primer verano sin Ribero, en Punta del Este, balneario que vio nacer su amor. La ex modelo viajó a la exclusiva ciudad uruguaya para pasar las fiestas junto a Marcelo Tinelli, quien fuera íntimo amigo de Federico e, incluso, lo acompañara en sus últimos momentos con vida.
La imagen y los recuerdos del empresario son una constante en Andrea y sus hijos, que lo evocaron con sentidas frases, en sus cuentas de Twitter. “¡Brindamos por vos, donde quiera que estés! Una vez más, agradecer a mis hijos y amigos, como digo siempre, sin ellos, ¡estaría en el fondo del mar! ¡Los quiero!”, escribió Andrea, que también publicó un íntimo anhelo. “¡Que el 2014 traiga a mi vida la Paz que necesito!”, rogó.
Instalada con Francesca y Stéfano en su casa de José Ignacio, Andrea recorre las playas y transcurre los días entre charlas y relax rodeada de sus amigas Maru Botana y Dolores Trull. Dueña de un cuerpo envidiable, la ex modelo lució su figura en los balnearios más top del Este y recibió los halagos de sus seres queridos.