"Para mí hay un Ricardo antes y después de Susana. Se empezó a abrir. Antes hasta se quedaba a dormir a mi casa. Cuando Malena (su hija) tuvo el derrame cerebral, me llamó y me ofreció dinero. Pero cuando volvió de España nunca averiguó mi teléfono para ver cómo estaba mi hija. Dice que es mi amigo y no tiene ni mi número de teléfono".
No acostumbra a visitar programas de espectáculos, pero su paso por el piso de Intrusos será recordado por su feroz locuacidad. En plan de promoción de la obra Adictas a vos, María Valenzuela (57) accedió a una entrevista en la que repasó algunos de los escándalos en los que se vio envuelta. Lisa y llanamente, la actriz no dejó títere con cabeza, y habló de todo y todos. “No nos va a alcanzar el programa. Soy gallegada y tanada, y la lengua la tengo que controlar. Menos mal que me tomé un Rivotril (un reconocido ansiolítico)... Un cuartito nada más, si no me dormía”, se sinceró de arranque.
Visiblemente rejuvenecida, brindó detalles de la novedosa cirugía estética a la que se sometió. Además, se refirió a su pelea con Ricardo Darín (y aprovechó para tirarle un palito a Susana Giménez), y no tuvo piedad con Soledad Silveyra, con quien mantiene un enfrentamiento desde hace algún tiempo.
SU CIRUGÍA ESTÉTICA
“Cuando hice Dulce amor, en 2012, bajé más de 10 kilos. Tengo una piel muy blanca y se me cayó todo. Por las arrugas de la cara era Chirolita y el cuello era el del Gallo Claudio. Me vi en el espejo y no me gusté. Dije 'no me merezco estar así' y lo fui a ver a Juan Carlos Pintos Barbieri y me hice una cirugía estética. Me la hice hace un mes y pico, recién a los tres meses se comienzan a acomodar los músculos. Lo que me hizo fue sacar esa piel muerta y levantar un poco los músculos”.
"Solita dirigía la obra en la que actuábamos. En los ensayos me gritaba: ‘¡Decilo como lo digo yo!’. Y me dijo algo muy hiriente: ‘No lo estás haciendo con verdad’. Me levanté llorando a mares y dije ‘¡renuncio!’. Al día siguiente, me pidió disculpas. Hasta que me entero que ella decía que yo estaba como el culo en la obra. Un día nos encontramos en un bar y fue una guerra feroz. No llegamos a las trompadas porque no sé...".
POR QUÉ SE ENOJÓ CON RICARDO DARÍN
“Lo digo con buena leche, con Ricardo éramos hermanos. Para mí hay un Ricardo antes y después de Susana (Giménez). Algo se modifica porque él se empezó a abrir. Se quedaba a dormir a mi casa, íbamos al cine, compartimos mucho. Cuando Malena (su hija) tuvo el derrame cerebral, me llamó y me ofreció dinero. Pero cuando volvió de España nunca averiguó mi teléfono para ver cómo estaba mi hija. Dice que es mi amigo y no tiene ni mi número de teléfono. Tenía la esperanza de un reencuentro, pero él se distanció. Entonces, el año pasado, cuando me preguntaron tres veces seguidas por lo que Ricardo había dicho de la presidenta, me salió la tanada (N de la R: en ese momento dijo "Darín me defraudó hace muchos años, era un hermano para mí"). Lo hablé desde el dolor más profundo. ¿Cómo era él antes de Susana? No, basta, no corresponde. Vengo porque tengo algo para promocionar, entiendo las reglas del juego y que hay preguntitas que pueden molestar y trataré de hacer cintura. Voy a estar un poco lenta, no sólo por el 'Rivo', sino para pensar lo que tengo que decir. Hasta dónde puedo contar”.
EL MOTIVO DE SU FEROZ PELEA CON SOLITA SILVEYRA
“Yo no soy hipócrita, digo lo que siento y lo que me pasa. Solita dirigía la obra en la que actuábamos (N de la R: Humores que matan). Empezó a hacerlo brutalmente y me agarró una angustia. En los ensayos me gritaba: ‘¡Decilo como lo digo yo!’. Yo le expliqué que teníamos poco tiempo para debutar, que necesitaba pasar la letra. Entonces me dijo algo muy hiriente: ‘No lo estás haciendo con verdad’. Tengo 51 años de profesión... Me levanté llorando a mares y dije ‘¡renuncio, me eligieron mal en el casting!’. Y me fui. Al día siguiente, me pidió disculpas. Le dije que seguíamos si no se volvía a poner violenta. Pasó y seguimos ensayando. Hasta que un día me entero que ella decía que yo estaba como el culo en lo que hacía en el escenario. Un día nos encontramos en un bar y fue una guerra feroz. No llegamos a las trompadas porque no sé... Le dije: ‘Vos sabés lo que es para mí subirme al escenario sabiendo que mi compañera de rubro subestima mi trabajo’. Se me puso acá (a centímetros de la cara). ‘¡Porque no te dejaste dirigir!’. Nah, subimos a la combi y le dije: 'Arriba del escenario vamos a hacer nuestro trabajo como dos profesionales, pero abajo no me dirijas más la palabra”.
Mirá el video con las picantes declaraciones de María Valenzuela en Intrusos.