Corazones por cada miembro de su familia, un diamante compartido con su novio (que representa lo indestructible), flores, un símbolo de la paz… Cada diseño que Candelaria Tinelli tiene tatuado en su piel desde los 14 años tiene un significado especial.
"A papá no le gusta mucho que me haga tatuajes… ¡pero yo le digo que tengo a quién salir!".
La hija de Marcelo Tinelli, artista plástica de vocación, ama tanto los tattoos que recientemente debutó ella misma como tatuadora: “Ahora ya ni sé cuántos llevo… Se van fundiendo entre sí, unos tapan a otros, van cambiando”, le contó a revistaen medio de un evento solidario en Punta del Este, donde pintó un cuadro en blindex.
Mientras disfruta de sus vacaciones junto a su familia y su novio, Nacho Lecouna, Cande habló de su pasión: “El lugar en donde más me dolió fue en las costillas, pero mucho peor es borrártelos. Justo me estoy sacando uno del hombre, porque me los quiero despejar, y molesta bastante. Trato de no sacarme los tatuajes que me hice, porque cada uno va marcando un momento de la vida. Son muy terapéuticos, porque expresan lo que te pasa”.
Al principio, a Cande no le gustó el nombre Lorenzo para su hermano: "Ahora ya no me imagino ningún otro. Todos estamos muy felices".
Pero lo verdaderamente llamativo de la nota tuvo lugar cuando la joven reveló cómo se toma su famoso papá el tema de sus tatuajes: “No le gusta mucho… ¡pero yo le digo que tengo a quién salir!”. Raro, ya que Marcelo comenzó pintándose un brazo, luego el otro y a fin de año sorprendió a todos al realizarse un súper tatuaje en la espalda.
Más allá de las diferencias típicas entre padre e hija, la familia atraviesa un gran momento mientras esperan la llegada de Lorenzo, el hijo de Marcelo y Guillermina Valdés, embarazada de seis meses. Eso sí, Cande confesó que el nombre de su futuro hermanito generó polémica: “Ahora ya no me imagino ningún otro. Todos estamos muy felices”.