"Sofía tiene una mesa ratona de mier... donde Helena se rompió la cabeza porque no le pusieron esquineros. Está sin luz porque no cambió la bombita. Mi depresión es eterna. Además nunca tiene servilletas y termino comiendo con papel higiénico. ¿Cómo puede ser? ¡¿Me ves como un culo?!".
La escandalosa pelea de Moria Casán con Sofía Gala ya lleva 10 mediáticos días. La diva y su hija no se dirigen la palabra hace más de una semana y la joven renunció a Malas muchachas, el programa de C5N que compartían.
Hubo acusaciones cruzadas y ahora Moria ahondó en detalles en Intrusos: "Desde que ocurrió eso, no nos vimos ni hablamos. Empezó bardeándome por mensaje y yo le contesté con cosas peores. Me dijo 'mamá te amo, necesito que hablemos'. Pero no quiero hablar. Yo me priorizo".
Además, la capocómica agregó: "No me manejo con la culpa ni el arrepentimiento. Le he dado todo lo que una mamá puede darle. Ella es muy responsable en su trabajo, salvo cuando trabaja conmigo porque le da una especie de fobia. Ahora volvió a las andadas. Yo creo que tiene que ver con las drogas. Hay alertas: demasiado sueño, no sale de su departamento, falta luz y tampoco quiero que Helena (5) viva esa vida con persianas cerradas, es algo desagradable. Tiene un dilema existencial desde que trabajó con Fernando Peña (hace diez años en la obra Yo, chancho y glamoroso), esa cosa de la vida no vale nada, esa subcultura del autoboicot, de que en la vida hay que vivir de excesos".
Sobre el tema de las drogas, Moria reconoció: "Una vez fumamos marihuana juntas, pero fue una pitada, fue compartir algo que ella me pidió y no me pesa. Pero no me sentí nunca amiga de mi hija, hay un reloj interno que te dice 'hasta ahí'".
"Una vez fumamos marihuana juntas, pero fue una pitada, fue compartir algo que ella me pidió y no me pesa. Pero no me sentí nunca amiga de mi hija, hay un reloj interno que te dice 'hasta ahí'".
Además, Casán afirmó que no piensa en intentar quitarle a Sofía la tenencia de Helena: "No llegaría a eso al menos que lleguemos a una situación extrema, no averigüé legalmente. Veo que no tiene responsabilidad y hay que ponerle un coto, yo siento que no estoy capacitada, que la ayude un psicólogo. Había empezado algo, estaba mejor y lo dejó. Quiero que la vida de Helena sea armoniosa como la de una nena de 5 años".
MONÓLOGO DE LA VIDA REAL
Sin embargo, no todo fue seriedad en la entrevista. Moria contó una tragicómica anécdota de una cena en la casa de Sofía, que pinta de cuerpo entero el vínculo entre ellas: "La relación es (hace la mímica de agarrar un teléfono con la mano) '¿hola mamá, cómo estás?'. A veces me invita a comer a la casa, me cocina, me hace pescadito, muy gourmet, muy chiquito, me cago de hambre mal. Yo voy con un hambre, soy como los sobrevivientes de la cordillera de los Andes, me como a los compañeros. Nunca tiene servilletas y como siempre con papel higiénico. Que me odie, perdón. Voy: mesa ratona, sin luz porque no cambió la bombita. Mi depresión es eterna. Le mando al electricista y no está nunca cuando se lo mando".
La capocómica siguió: "¿Entendés lo que me pasa? Sistema braille, porque no veo un carajo. Estoy sentada en una mesa ratona de mierda, que la detesto porque Helena se rompió la cabeza en esa mesa de mierda, porque no le pusieron los esquineros. Parece un Lama tibetano la chica con un tercer ojo. Tenía una mesa de raíz divina que yo le había regalado y un día me dice 'voy a cambiar los muebles'. ¿Quién compró la mesa? ¡Mamá!".
"No llegaría a sacarle la tenencia de Helena, al menos que lleguemos a una situación extrema, no averigüé legalmente".
"Me somete: 'vení a comer pescado'. Pescado de este porte (señala con las manos una mínima porción), con un rollo de papel higiénico sobre la mesa. ¿Cómo podés comer todo el tiempo con papel higiénico? ¿Me ves como un culo? Me cago de hambre. Cocina rico pero no compra o compra mal o no le alcanzó para el supermercado. Cada vez que veo eso le digo 'te mando a Ariel', que es mi electricista, así le cambia todas las bombitas y él me dice 'fui pero no está'. La otra vez le mandé docenas de papel higiénico, me olvidé de comprarle servilletas. Cuando vas al baño tampoco hay papel porque lo usan como servilletas. Es lamentable. Pero bueno, pasa en las mejores casas. Es muy humillante cada vez que voy a comer", concluyó Moria, poniéndole una cuota de humor a la tensa situación que vive por estos días con Sofía Gala, su única hija.
Si querés llorar, llorá.