Mientras ella pasa sus días en Buenos Aires, él lo hace en Estambul. Entre ellos, el océano Atlántico y 12 mil kilómetros que los separan. Pero Vitto Saravia y Pablo Mouche apuestan al amor y a su romance, que ya lleva un año y dos meses.
"Cuando nos vemos, nos disfrutamos un montón, jajaja", afirmó Vitto, pícara.
De visita en Argentina, el futbolista del Kayserispor, de Turquía, Pablo fue al piso de Desayuno Americano, donde Vitto es panelista. Los tortolitos hablaron de los obstáculos de su relación a distancia e revelaron algunas confesiones de alcoba. “La distancia al principio fue un poco difícil, teníamos mucha ansiedad”, relató el delantero, que lució un polémico buzo animal printo. La modelo contó cómo mantienen la cotidianidad en la pareja. “Nos conectamos con FaceTime y los fines de semana hacemos cámara web porque tenemos tanta diferencia de horario que se nos complica”, relató Saravia.
"Hay momentos en los que te agarran celos, cosquilleos o inseguridades. Pero ella tiene que tener el mismo miedo que yo, jajaja", dijo Mouche.
Obviamente, el tema del sexo (o la falta de sexo) no se eludió. “La relación pasa por otro lado, por el sentimiento y lo que uno quiere. Si bien la parte sexual es importante, sabemos que hay un tiempo en el que vamos a estar separados y ya lo tenemos asumido. Y cuando nos vemos, nos disfrutamos un montón, jajaja”, se rió, pícara, la modelo, que en agosto viajó al continente asiático para visitar a su novio.
La distancia influye también en los celos, tanto de un lado como del otro, aunque los chicos minimizaron la cuestión. “Somos una pareja que tenemos confianza y charlamos muchísimo. Estamos conectados permanentemente”, aseguró Vitto. Por su parte, Pablo dijo: “Lo aguanto bastante bien su trabajo de modelo. Hay momentos en los que te agarran celos, cosquilleos o inseguridades. Pero ella tiene que tener el mismo miedo que yo, jajaja”, afirmó el futbolista, que cerró la nota con un tierno y pasional beso.