"A la noche me agarró un fuerte dolor en el pecho y fui a la guardia del Italiano. Me fui y a la media hora siento la famosa patada de elefante en el pecho, las arterias tapadas. Zafé de pedo”, había relatado el conductor cuando sufrió el primer episodio, en 2008.
La noticia sorprendió a todos. Beto Casella (53) fue internado de urgencia por problemas cardíacos. El conductor estuvo ayer a la noche al frente de Bendita, el programa de Canal 9, pero hoy ya no asistió a radio Pop para conducir su ciclo Bien levantado.
Según pudo confirmar Ciudad.com con allegados, Beto se despertó con un fuerte dolor en el pecho. Como ya tiene un antecedente cardíaco (en 2008 sufrió un infarto mientras jugaba al fútbol y le colocaron tres stents), no perdió tiempo y a las 6 de la mañana ingresó al Hospital Italiano, donde quedó internado en la unidad coronaria y fue intervenido quirúrgicamente para colocarle un nuevo stent, el cuarto.
Cinco años atrás, cuando sufrió el primer episodio, Casella contó detalles de la dura experiencia. “Fui a jugar al fútbol con mis amigos como todos los sábados. Me dolía apenas mientras jugaba. Paré y después volví. Después cuando terminamos tomamos gaseosa, hasta ahí todo normal. A la noche me agarró un fuerte dolor en el pecho y fui a la guardia del Italiano. Me hicieron una placa y un electrocardiograma, que me da bien. Me fui y a la media hora siento la famosa patada de elefante en el pecho, las arterias tapadas. Zafé de pedo”, había relatado el conductor.
"Fumo un poco de tabaco, pero soy el Papa Francisco en este momento. A los veintipico tomaba todas las bebidas blancas. Ahora soy un monje zen", le dijo a Ciudad.com, en julio.
Tras la intervención, los profesionales le aconsejaron que dejara el cigarrillo, un vicio que lo acompaña desde los 15 años, aunque sin tanto éxito. “Fumo un poco de tabaco, pero soy el papa Francisco en este momento. Dejé el whisky que antes tomaba mucho. El único vicio que tengo es el fútbol. Hace bastantes años que soy así. A los veintipico tomaba todas las bebidas blancas. Ahora soy un monje zen”, le dijo a Ciudad.com en julio pasado.
A pesar del mal trago y el susto, sus íntimos confirmaron que Beto se encuentra fuera de peligro y continuará bajo observación en la unidad coronaria del hospital por 48 horas. Si todo va bien, el jueves le darían el alta. ¡Fuerza, Beto!