Liz Solari y su novio Nacho Ricci compartieron una escapada romántica al Cerro Chapelco en San Martín de los Andes, pero esquivaron la clásica rutina del esquí.
Es que además de tomar clases de este deporte (Nacho, con más experiencia, se animó a tirar de las pistas con mayor dificultad), la pareja aprovechó la tranquilidad del lugar para hacer otras actividades: la rutina incluyó meditación dos veces al día, lectura al calor del fuego de la chimenea y largas caminatas por el bosque.
El resultado del viaje fue por demás positivo: Liz y Nacho lograron despejarse de sus ocupaciones como modelo y fotógrafo, respectivamente, y además ella avanzó en el deporte de la montaña: terminó la estadía con una muy buena performance con los esquíes.