Éxitos como Son amores, Floricienta y Niní la catapultaron a la cúspide de la popularidad; pero Florencia Bertotti decidió dar el batacazo y poner en pausa una carrera en ascenso para disfrutar de su familia. Si bien en 2012 se lució en su regreso con La Dueña, ahora prefiere alejarse nuevamente (por otro ratito) de la actuación.
"Estoy muy enamorada y plena. No hay nadie en el mundo que me haga más feliz", dice Flor sobre Amador.
Una decisión que sorprendió a muchos y con la que ella se siente súper cómoda, como se lo confesó a en una de las pocas notas que brindó en años: “A veces miro escenas increíbles y me da nostalgia. Estoy en un recreo de la actuación, pero no en el retiro. Puse la cabeza en otro lado, quiero pasar más tiempo en mi casa, con mi hijo y dedicarme más a la familia. Creo que hay que ser auténtico con lo que uno quiere”, aseguró Flor, dejando la puerta abierta para un regreso a los medios.
El nuevo emprendimiento de Bertotti es un local de ropa para niños al que llamó Pancha Buenos Aires y que inauguró hace tres meses en San Isidro: “Siempre me gustó la ropa, me encanta vestir cancheros a los chicos. Cuando fui mamá empecé a descubrir esa pasión”, dijo sobre su nuevo rol de empresaria.
"Estoy en un recreo de la actuación, pero no en el retiro. Puse la cabeza en otro lado".
Sin dudas, un bastión fundamental para este cambio de rumbo ha sido Federico Amador, su pareja y con quien convive hace tres años y medio. Juntos, formaron una familia ensamblada con Romeo (5), el hijo que tuvo con Guido Kaczka, y Vito y Ciro, los hijos de su novio.
“Ya estamos ensamblados. Con Fede logré armar la familia que siempre soñé. El acomodamiento llevó su tiempo, porque cada uno tuvo que encontrar su lugar, pero los chicos, en ese sentido, son plásticos, auténticos, y te van guiando”, confió la actriz.
Tan bien están con Amador, que planean agrandar la familia: “Nos encantaría tener un hijo. Con Fede decimos que si tenemos un varón podemos armar un equipo de fútbol”. Tras la broma, llega la declaración de amor al responder qué la enamora de su pareja: “Todo, ¡me encanta! Es dulce, compañero, generoso, buen padre, buen amigo… ¡Todo! ¿Qué te voy a decir? Estoy muy enamorada y plena. No hay nadie en el mundo que me haga más feliz”.