Oscar González Oro sorprendió, otra vez, con un mensaje público en su perfil abierto y oficial de Facebook.
"Soledad que me persigue desde hace años. Y vuelve siempre. Cuando menos se la espera. Cuando menos se la necesita. Aparece implacablemente. Siempre esta ahí".
El conductor, que ostenta el difícil don de utilizar las palabras correctas en los momentos indicados, decidió escribir una extensa y conmovedora carta en la que describe su presente personal. La soledad, el amor y sus profundas vivencias, en varias líneas.
"En esto de vivir intensamente la vida y seguir tratando de no hacerlo enojado, como decía la frase de mi amigo Mariano ayer, uno busca caminos para expresar sus estados de ánimo y los momentos por los que esta pasando. Y una vez más, la escritura sirve como catarsis. Y no está mal", comenzó el Negro Oro, adelantando un poco de su sentir.
Entonces, detalló y entró en tema: "Otra vez aparece ese fantasma llamado soledad. Soledad que me persigue desde hace años. Y vuelve siempre. Cuando menos se la espera. Cuando menos se la necesita. Aparece implacablemente. Siempre esta ahí. Y uno no siempre es el mismo. No siempre está bien parado para bancársela. A veces lo encuentra débil. Con la autoestima baja. Lo que sea..... Pero no se la banca de la misma manera de siempre. Duele más".
"También debo reconocer que a veces es una opción que uno toma. Los años pasan y uno sigue teniendo la ilusión que tenía cuando era un pendejo. Encontrar el amor. Y lucha por eso . A veces gana y la gran mayoría de las veces pierde. Y duele. Están los amigos. Las amigas. Mi gente. Pero cada uno tiene y debe hacer su vida. Y no les va mal. Sé que si llamo, están. Pero a veces, ni ganas de llamar tengo. En estos dias aparece esta necesidad de no llamar a nadie, de no reclamar nada, de no pedir ni un abrazo. Nada. De bancármela solo. Y ver si puedo ser feliz en definitiva. Que es lo único que quiero... Ser feliz", dijo el conductor desde lo más profundo de su corazón.
"Los años pasan y uno sigue teniendo la ilusión que tenía cuando era un pendejo. Encontrar el amor. Y lucha por eso. A veces gana y la gran mayoría de las veces pierde. Y duele".
Además, siguió, contando un poco más de su cotidianeidad: "Hay dias en que lo soy (feliz) y mucho. Y hay dias, como estos últimos, en los que no lo soy. Charles, el mejor amigo de Enrique VII, le dijo ante una situación parecida a la mía: 'Enrique, lo único que hemos perdido es la juventud. Y la madurez trae estas cosas. Mirar al costado y que no haya nadie'. Que nadie toque el timbre, que nadie llame por teléfono, a no ser que sea por cuestiones que tienen que ver con la profesión. Profesión que me dio todo. Todo. Todo. Profesión a la que le pedí todo lo que me pudo dar. Profesión a la que no le puedo pedir que me haga feliz en la vida, fuera del estudio, lejos del programa. Eso, la profesión no me lo puede dar. Todo lo demas ya me lo dio".
"Sé que hay millones de personas que estarán diciendo o preguntádose por qué estoy solo... Porque lo estoy. Simplemente es así. Estoy solo. Sé tambien que hay miles de personas a las que les pasa lo mismo. Lo cual no constituye un consuelo para esta, mi, soledad. ¿Será que mi destino es este?, me pregunto. Y a veces pienso que sí. Y me tendré que resignar, no buscar más, no equivocarme más. No esperar que llegue nadie a completarme en esta vida. Quizá hice algo mal. No lo sé. Y si lo hice tampoco me arrepiento", reveló González Oro.
"Estoy solo. ¿Será que mi destino es este?, me pregunto. Y a veces pienso que sí. Y me tendré que resignar, no buscar más, no equivocarme más. No esperar que llegue nadie a completarme en esta vida. Quizá hice algo mal. No lo sé".
Además, sumó: "Será que tenía que hacer lo equivocado para seguir creciendo en otro sentido. Hay días y días. Me preguntaba hace un rato si estoy triste. Y me conteste que no. Estoy solo. Y me siento solo. Obvio que cada vez que en la calle me gritan "Chau, Negrito", etc. me siento bien. Pero aquí en casa, nadie me grita nada. A veces yo mismo me digo "Negrito, no me afloje, seguí peleando y buscando". Solamente ese Negrito que soñaba con ser lo que es hoy el Negro Oro y yo sabemos por todo lo que pasamos. Todo lo que sufrimos. Todo lo que disfrutamos y gozamos en esta vida. Toda la lucha por llegar a estar bien. Lucha por ser feliz".
"Repito: hay días o momentos en los que lo soy plenamente y días en que no... Seguramente me quedaré con aquellos días o momentos de felicidad y no con estos de profunda soledad. Sorry. Escribir me hace bien. Besos. En verdad no me puedo quejar", concluyó Oscar González Oro.
Una carta sentida, desde el corazón, que seguramente conmoverá a sus seres queridos y también a sus miles de oyentes y fanáticos.