“Estamos de paso” se había transformado en la frase de cabecera de Federico Ribero tras ser diagnosticado en 2011 con cáncer de pulmón. A partir de ese momento, él y sus seres más queridos se propusieron vivir cada día como si fuera el último. Disfrutar del presente al máximo era la consigna y así lo hicieron.
Convertido en un ejemplo de lucha y perseverancia, la noticia de su fallecimiento el lunes por la noche causó conmoción. Rápidamente, las redes sociales se vieron inundadas con mensajes de apoyo a su familia y reconocimiento a la batalla que libró durante dos años contra su enfermedad.
"Fue un luchador, consiguió todo lo que se propuso. Tuvo una vida corta, pero muy buena", declaró Repetto.
Al día siguiente, sus afectos se acercaron al Jardín de Paz de Pilar para despedir sus restos y homenajearlo. Marcelo Tinelli, el mejor amigo de Federico, asistió junto a Guillermina Valdés y sus hijos Juanita, Francisco, Micaela y Candelaria. También dijeron presente Paula Robles y Sol Calabró, ex parejas del conductor.
También quisieron darle el último adiós Nacho Viale, Claudia Villafañe, Nicolás Repetto, Florencia Raggi, Guillermo Coppola, Maru Botana, Dolores Moreno, Daniel Scioli y Mauricio Macri, entre tantos otros amigos. Todos le brindaron su apoyo incondicional a Andrea Bursten, su mujer y madre de sus dos hijos: Francesca (11) y Stefano (8).
Al salir del cementerio, Repetto recordó a su amigo ante las cámaras de Intrusos: “Fue un luchador, consiguió todo lo que se propuso. Tuvo una vida corta, pero muy buena”. Una gran definición para un gran hombre.