La noticia por el nacimiento de Martina, la hija de Viviana Canosa, llegó a Peligro Sin Codificar, aunque en una versión freak, de show-woman y muuuy poco angelical.
La beba apareció en su cochecito bajo la "imitación" de Martín Campilongo "Campi", mientras que Tata, la mucama, estuvo a cargo de Pachu Peña.
Hay que reconocerlo: la bebé daba un poquito de impresión, sobre todo por su enorme cara y su pequeñito cuerpo, escondido en el coche. “Quiero que me cambies la mucama, ésta se volteó cuatro médicos ya. Es re atorranta”, pedía la falsa Martina.
Después se metió en su salsa (o en la de su madre). “Tengo todos los chimentos de último momento que me contó mi mamá. Hemos encontrado al presunto dentista de Susana Giménez. ¡Es un azulejero!”, bromeó. Y siguió con un chiste subido de tono sobre Jorge Porcel Junior.
La cortina musical del (ex) programa de Canosa (Más, de Ricky Martin) sumado a la actuación de Pachu mostrando sus piernas, las trompadas en la cara que la nena le daba a Diego Korol y una famosa frase de Tato Bores que repetía una y otra vez, hicieron de la situación un coctel divertido y hasta bizarro. ¿Una de las mejores frases? Podría ser cuando le preguntaron sobre los regalos que había recibido de los compañeros de canal de su madre. "¡Eeeesta me regalaron!", dijo la recién nacida con el gesto incluido.
La beba de Canosa la pasó bien entre los cómicos, y como ella misma dijo: “¡Vermouth, papas fritas y good show!"... Esta vez, en Peligro Sin Codificar.