Platinada y porcelanada. Llena de brillo y de estridente gala. Una diva en apariencia inalcanzable con aroma popular, cotidiano y fresco. Así volvió Susana. La persona y el fenómeno televisivo.
"¡Hoy arranca Susana!" fue la frase común en la mitad más una de las casas de nuestro país durante las frías horas del lunes. Susana, porque no es "Susana Giménez" en los hogares. Ella es Susana nomás, a secas. Con eso basta y engalana. Son décadas de autenticidad y humano acercamiento que hicieron del show de la rubia una figurita repetida en las familias que comparten la cena (ahora la sobremesa) frente al televisor.
Susana le hacía falta a la televisión y a la televisión le hacía falta Susana. Y eso se notó. Tanto en el rating que llegó a los 23.8 de promedio, como en las repercusiones en los medios, las redes sociales y en el mayor centro de las críticas y aplausos: la calle misma.
Todos tuvimos una cita a las 22.30, para que la gran diva nos reciba después un año, y como si no hubiera pasado un solo día. Cuerpo de baile, luces, pantalla y un escenario digno de la TV europea enmarcaron la llegada de la estrella.
Figuras de primer nivel se prestaron para darle el tono a la apertura del ciclo. Desde Ricardo Darín (un clásico de los estrenos, ¿acaso una cábala ya?) hasta La Sole, todos quisieron dar el presente y sentarse en el living blanco para compartir los detalles del sketch inicial. Y la pregunta que nos hicimos todos, si de clásicos y "fijas" hablamos, ¿dónde estaba Arturo Puig?
Aseguró que este año no va a hablar de política pero a la hora de agradecer las flores no pasaron desapercibidos los ramos de tres gobernadores opositores al Gobierno nacional.
Si bien en su discurso de bienvenida aseguró que este año no va a hablar de política y temas de candente actualidad, a la hora de agradecer las flores y regalos que acostumbra recibir en sus estrenos, no pasaron desapercibidos los ramos de los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires), Claudio Poggi (San Luis) y José Manuel de la Sota (Córdoba). Dirigente provinciales con perfiles -algunos más, otros menos- opositores al Gobierno nacional. Sin quererlo, política hubo.
La Abuela, el imperecedero personaje de Antonio Gasalla, marcó uno de los picos de rating de la noche. El ida y vuelta sobre los amoríos de Susana, las preguntas incómodas sobre actualidad y la complicidad teñida de "vale todo" que generaron entre ambos marcó uno de los momentos más entretenidos. El público quería volver a verlos juntos. Y sobre todo, volver a ver a Gasalla hacer la parodia que más nos gusta.
¿La perlita? Al elogiar la corbata que llevaba puesta, Susana le recordó a Antonio Gasalla que era una de las que había usado en el programa de Marcelo Tinelli.
Como no podía ser de otra manera, cada vez que Luisana Lopilato aparece en la TV argentina, es con la número uno. Una entrevista amena... pero con gustito a poco. Así selló una noche de invitados de lujo.
Y como es Susana, no podía dejarnos sin una perlita en el final. En medio del alborotado brindis, la música y los bailarines, se pudo escuchar una "pasada de factura" de Giménez al elogiar la corbata que llevaba puesta, le recordó a Gasalla que era una de las que había usado en el programa de Marcelo Tinelli. Una traición que no quedó del todo en el olvido.
Sin Lanatas ni Tinellis que la compliquen, como ella misma avisoró. Sin Mirthas que la distraigan. Sin competidores que la derroten. Volvió Susana, la reina del living… el de ella y el nuestro.