Una turista oriental estaba paseando por Río de Janeiro cuando de repente se encontró con el humorista Pichu Straneo en medio de una grabación para Peligro Sin Codificar.
Straneo encarnaba el personaje de Iván de Piroska con su programa Pesto del mundo (una parodia a Resto del mundo, de Iván de Pineda) y la mujer se paró a su lado atraída por la escena.
Sin embargo, al humorista se le complicaba terminar el sketch, porque cada vez que intentaba meter un bocado del guión (algunas graciosas palabras en portugués), la señora interrumpía con intensas carcajadas que contagiaron al resto de los turistas. Pero eso no fue todo. La mujer tomó tal protagonismo en la escena que hasta se animó a repetir una palabra sumándose al sketch (de colada, claro).
La perlita quedó en eso, y cuando terminó el tape, el locutor Javi Fernández lo coronó con el famoso latiguillo que nosotros repetimos ahora: “¡Es muy buenooo!”.