A esta altura, la historia de amor (fallida, por ahora) entre Andrés Calamaro y Micalea Breque se convirtió en una gran escena creada a medida del músico, que no para de mandar mensajes en Twitter reclamandopor el amor perdido.
"Sabíamos que la farándula es dañina y se complace haciendo daño. Y les diste el gusto a los que nos querían ver separados", expresó Calamaro.
Mientras él se encuentra en el proceso creativo de su próximo disco, ella trabaja en la obra Cirugía para Dos y, básicamente, se divierte con amigas. De hecho, no ocultó fotos con ¿su nuevo amor?, el piloto de Turismo Nacional Pablo Piumetto.
Pero hay más. Calamaro volvió a interpelarla por Twitter, echándole la culpa de la ruptura a un tercero: parte del ambiente artístico. "Sabíamos que la farándula es dañina y se complace haciendo daño. Y les diste el gusto a los que nos querían ver separados", expresó.
Ella leyó el mensaje y le imploró: “Por favor, dejá de tuitear”. Lejos de tomarse la respuesta en serio, el Salmón redobló la apuesta con una ironía. “A cambio me invitás a cenar. ¡Yo pago!”, respondió.
"Por favor, dejá de tuitear", le pidió ella a su (ex) amor.
Encima, ahora hay un nuevo integrante en discordia: Tupac, el cachorro de Pug de la ex pareja. Un usuario de la red social afirmó: “Tupac necesita a sus padres juntos”, a lo que Calamaro agregó: “Imperiosamente. ¡Destruyeron un hogar!" Después, el músico le respondió a otra persona que Tupac “también fue abandonado”. “Pero le encontré familia. Está mejor que yo”, finalizó.
Más claro, echale agua.