Desde que ocurrió el accidente que protagonizó su hijo Pablo García (en el que atropelló a un ciclista de 53 años que murió al instante), Eduardo Aliverti evitó aparecer en los medios. Sólo publicó un mensaje en la fanpage de su programa de radio en el que, 72 horas después del hecho, reconoció que Pablo García era, precisamente, su hijo.
Este sábado, el locutor no se presentó a realizar su programa, Marca de Radio, en La Red, y dejó un mensaje grabado para los oyentes.
"No estoy en condiciones de afrontar con la atención que se debe una audición de tres horas", indicó en la grabación, que fue emitida al inicio del programa. "No puedo ni debo decir mucho más que las palabras expresadas en el muro de Facebook", dijo después y leyó el que publicó el miércoles pasado en esa red social.
Luego, aclaró: "No es uno de los momentos más dolorosos, es el peor". "Cuando estuve a punto de morirme fue yo, conmigo. Hoy es la gente que tengo que contener, más la que me fusila", agregó y pidió "no condenar de antemano" a su hijo, porque que "hay una causa en marcha".
Por último, se refirió al trato que la prensa le dio al caso: "Lo que estoy viviendo me ratificó la gente que vale la pena y la que no. Pero, al margen de los sentimental, me ratificó quiénes ejercen periodismo y quienes son una basura, técnicamente hablando".
Y finalizó: "Más allá de la suerte judicial de mi hijo, y de lo que tenga que aguantar yo, y sobre todo del sufrimiento de la vida de la víctima, esto podría servir para que se hable sobre el ejercicio profesional, porque todos podemos ser víctimas de quienes hacen periodismo de esta manera".