Lionel Messi (25) nació en Argentina pero es de otro planeta. Sólo así se explican sus firuletes en la cancha, los cuatro Balones de Oro consecutivos –proeza única en la historia- y los récords rotos que acumula temporada tras temporada. Sin embargo, el crack mantiene su ego inmutable, como en un freezer. En una entrevista exclusiva que le dio al diario Clarín, Lio habló de su vida en Barcelona, el amor por su mujer, Antonella Roccuzzo (22) y su hijo, Thiago.
"Mi familia y mi vida en Barcelona fueron los pilares para que hoy siga teniendo los pies sobre la Tierra".
“Solamente demuestro lo que soy, no me preparo para ser diferente, soy como soy. Mi familia y mi vida en Barcelona fueron los pilares para que hoy siga teniendo los pies sobre la Tierra. Siempre lo agradezco y se lo he dicho a la gente”, explicó el rosarino sobre su personalidad tranquila y su bajo perfil.
El 2 de noviembre de 2012, la vida de Lio cambió para siempre. Ese día recibió el mejor premio de todos: la llegada de Thiago. “Hoy soy el hombre más feliz del mundo, nació mi hijo”, escribió en su cuenta de Twitter. A casi tres meses de ese momento, el futbolista se muestra desenvuelto en su flamante rol.
“La vida de padre va muy bien. Vivo esto con mucha ilusión. Thiago me deja dormir bien. Cuando estoy en casa solo con él y Antonella, es un momento de tranquilidad que sin duda siempre nos hace falta tener”, confesó Messi, quien renovó su contrato con el Barcelona hasta 2018 por 16 millones de euros anuales.
"La vida de padre va muy bien, la vivo con mucha ilusión".
La garra que imprime cuando encara el arco rival, es la misma con la que enfrenta la vida y, casi como si fuera un estandarte, afirma: “No soy de ver hacia atrás, sólo miro hacia adelante”, dijo Lio, quien junto a “la Negra”, como llama a Antonella, y al pequeño Thiago, atraviesa su mejor momento. Un jugador de toda la cancha.