Marcelo Tinelli terminó el año de Bailando 2012 con un fuerte discurso de despedida, en el que incluyó reflexiones sobre el rating, la competencia, y la vida personal.
Sobre la competencia: "Esto no es de hace un año, de ocho o nueve meses. Es desde hace 23 años. Por ahí es importante destacar esto. Lo más importante es permanecer. ¿Y por qué permanecemos? Porque no es una elección de un día o un año, es desde hace 23 años".
El conductor comenzó reafirmando su pasión por lo que hace. “Lo más lindo es estar en el camino correcto haciendo lo que a uno le gusta. Más allá del resultado es un placer enorme venir acá”, declaró y destacó el clima de amor y festejo que se vive en la productora.
Pero luego se fue metiendo, de a poco, en temas más delicados. En un año en el que perdió el liderazgo de audiencia, con algunas excepciones, la competencia y las críticas fueron algunos de ellos. “Esto no es de hace un año, de ocho o nueve meses. Es desde hace 23 años. Por ahí es importante destacar esto, porque muchas veces a lo largo de este tiempo nos pueden pasar mil cosas. Pero lo más importante es permanecer. Ese es nuestro logro más importante ¿Y por qué permanecemos? Porque no es una elección de un día o un año, es una elección de 23 años de ustedes con nosotros. Hemos competido con un montón de programas desde el 90 hasta acá. ¿Saben los que han pasado? ¡Muchísimos! Y ha sido un honor competir. Con la persona que más competí, que es Adrián Suar, y hoy es nuestro compañero, mi jefe, el director artístico de El Trece”, expresó, apuntando directamente a su trayectoria como un valor irrefutable.
“A mí me encanta competir más allá del resultado. A algunos le puede gustar, a otros no, y bienvenido sea. Pero nosotros lo hacemos con mucho amor”, remarcó luego.
"Es muy feo cuando se dicen mentiras y barbaridades y cosas infundadas de la vida personal. Yo no le voy a responder a ninguno. Y si quiero, tengo los métodos para hacerlo, pero no por acá", dijo Tinelli al final de su mensaje. ¿Teléfono para...?
Luego se metió en aspectos más personales, en un año en el que se lo vio envuelto en una gran polémica con Sebastián Ortega (que además se convirtió en su gran competidor con Graduados) por su romance con Guillermina Valdés, y en el que -como nunca- se especuló y conjeturó alrededor de su vida privada. “Es muy lindo recibir la critica desde lo profesional, y es muy feo cuando se dicen mentiras y barbaridades y cosas infundadas de la vida personal de cada uno”, sentenció. “Yo no le voy a responder a ninguno. Y si quiero, tengo los métodos para hacerlo, pero no por acá. Pero les mando un enorme beso a todos. Miren a sus hijos, a sus mujeres y a sus familias a los ojos, y seguramente ahí van a encontrar la paz que hoy no tienen”, agregó. ¿Teléfono para...?
Casi al final, mandó un mensaje: “Todos nos podemos equivocar y siempre hay tiempo para pedir disculpas y reconocer errores, como lo hacemos nosotros también”.
Sus últimas palabras se las dedicó al gran Juan Alberto Badía, su gran amigo y con quien estuvo "hasta su último respiro". “Está viviendo la vida eterna, esperándonos”, comentó Tinelli, emocionado. Además saludó a Cris Morena y Gustavo Yankelevich, y recordó a Romina Yan.