Salida del restaurante, pulgar en alto a la cámara de Infama, sonrisa de ocasión. Hasta ahí, todo bien. Pero la reacción de Claudio Caniggia, intempestiva e injustificable, se produjo cuando un cronista del programa de Santiago del Moro "osó" preguntarle a Charlotte por el encuentro que acababa de protagonizar con Hugo, su abuelo paterno, tras casi 20 años sin conocerse.
"¡Cerrá el cul..., pel...!", le gritó el ex futbolista al periodista de Infama, desde adentro del auto, cuando el cronista le preguntó a su hija cómo había sido el encuentro con su abuelo Hugo tras casi 20 años.
"¡Cerrá el cul..., pel...!", le gritó el ex futbolista al periodista, desde adentro del auto, mientras su hija ingresaba al vehículo, y con don Hugo observando la escena unos metros más atrás.
Todo ocurrió el viernes por la tarde, luego de que Charlotte Caniggia viera por primera vez a su abuelo, quien tiempo atrás -en pleno auge mediático de la hija del Pájaro- le había confesado a Ciudad.com que no conocía a su nieta: "No la pude ver ni cuando nació", dijo en junio de este año.
El encuentro se produjo en el restaurante que un hermano de Claudio tiene en Núñez. Allí almorzaron con otros allegados al ex futbolista. No estuvo Mariana Nannis. Tampoco Alexander, quien acababa de volver de Mendoza, adonde fue a hacer actos de presencia en boliches. "Charlotte le pidió a Claudio conocerme y comimos juntos. Me contó que se va a Carlos Paz a hacer teatro. Pero hablamos poco, éramos como siete personas y encima venía gente de otras mesas a sacarse fotos. ¿Si me saqué fotos con ella? No, no se dio. ¿Cómo la vi? Ella es simpatiquísima, alegre, divertida", le contó Hugo a este sitio tras el encuentro.
El exabrupto de Claudio Paul a la cámara de Infama fue el cierre de una tarde que había estado más cerca de la emoción que del escándalo. Porque por más que el tango diga otra cosa, en este caso veinte años parecieron muchos.