Magui Bravi y Hernán Piquín cambiaron la atmósfera que se venía viviendo en Bailando 2012, cuando en la última semana abundaron las peleas y las polémicas por la competencia entre las parejas. Pero lo llamativo no es lo que hicieron sino cómo lo lograron: los bailarines usaron sólo un arma, el baile. Y lograron conmover hasta las lágrimas.
Magui y Piquín fueron los primeros en bailar el ritmo de danza clásica, género que les permitió demostrar todo su talento. El plus, como en cualquier disciplina artística, lo dio su pasión, y la emoción llegó al público.
Las críticas fueron de las mejores, y se traducieron en los puntajes. Piquín y Noelia lograron 39 puntos (todos los jurados le pusieron un 10, menos Reina Reech que optó por un 9) y pasaron al próximo ritmo para competir entre las seis mejores parejas del certamen. Magui y Jorge Moliniers (que se llevó todos los elogios y mostró un gran virtuosismo) lograron el mismo puntaje. Pero además ella cumplió un sueño: interpretó al Cisne Negro del Lago de los Cisnes. La performance le salió impecable.
Con estas dos participaciones el certamen se dio un gusto. Para las dos parejas, entonces, todos los aplausos.