Es el hombre por el que ella tomó la decisión que, seguramente, será la más importante de su vida.
Viviana Canosa (41) se enamoró y no lo dudó: intentó quedar embarazada, y, como según ella misma le confesó a Ciudad.com, en el primer intentó lo logró junto a Alejandro Borensztein (54).
El columnista del diario Clarín charló extensamente con María Laura Santillán para el suplemento Mujer del mencionado medio.
Borensztein, ese mismo que es el hijo de Tato Bores, uno de los humoristas más famosos y respetados de la Argentina, ese que tiene dos hijos, ese que espera por el tercero (que ya se sabe será una niña y se llamará Martina) cuenta cómo es su relación con la periodista de espectáculos más reconocida: "Ella tiene una polenta muy particular y si no le marcás dónde parar, tiene una habilidad tremenda para ir por la cornisa. Nosotros tuvimos una relación absolutamente 'clandestina', estábamos juntos sin que nadie lo supiera, no salíamos a la calle, estábamos en su casa o en la mía. Los dos ya estábamos separados. Jamás pensamos que iba a pasar a otro nivel la relación".
"Nosotros tuvimos una relación absolutamente 'clandestina', estábamos juntos sin que nadie lo supiera, no salíamos a la calle, estábamos en su casa o en la mía. Los dos ya estábamos separados. Jamás pensamos que iba a pasar a otro nivel la relación".
Continúa: "Y un día ella me dijo algo que no me gustó y aceleró. Y le dije: '¿Sabés qué? Fue un placer'. Y me fui, convencido de que se había terminado. Caminé cuatro cuadras y me llamó para putearme. Me di la vuelta y volví. Entendí que me estaba puteando porque le dolía y si le dolía, le importaba. Le toqué el timbre y le dije: 'Estoy en la puerta, ¿me abrís o me voy?'. Abrió en el acto y ahí empezó la relación. Los varones no suelen interpretar un enojo como un acto de amor. Es verdad eso. Cuando subí al departamento no había nada más que decir. A partir de ahí la relación fue relación. Cada uno por su lado supo que estaba frente a algo fuerte".
hay algo fuerte que nos une. Es una relación de acero. Un día le dije: “Si vos querés, tenemos un hijo”. ¿Ella quería? No. En principio no había pensado en hijos en su vida. Hablamos muchas veces del tema. No es que ella no quería, no lo tenía en sus planes. Y yo lo tenía resuelto. Le dije que teníamos que tener un hijo. Lo pensó varios meses y un día me dijo que sí. No sabemos dónde va a vivir el niño. No sabemos. ¿Qué apuro hay? No está claro. Puede ser que nos mudemos todos juntos. Es una movida fuerte. Por ahora nadie le reclama nada a nadie. Vamos manteniendo cierto equilibrio.
Además, Borensztein cuenta cómo fue la propuesta de casamiento: "Era su cumpleaños, a los seis meses de estar juntos. No sabía qué regalarle. Ella siempre me preguntaba cuándo nos casábamos y yo le decía que cuando ella quisiera. Y un día le dije que nos casáramos el día de su cumple. Entonces decidí hacer los anillos para ese día. Reservé una suite en un hotel. Ella es muy pública, ese día hacía radio, fueron personas a saludarla y después fue a la tele. No es una vida común. Yo esperaba con los anillitos. En medio de todo ese lío, le cae una ex pareja a su casa para proponerle casamiento con los anillos. Cuando a la noche la pasé a buscar, ella estaba alterada".
Y sigue: "¿Qué hice yo? No le iba a dar el gusto de rebotar a dos tipos en el mismo día. No dije nada ni le di nada. Ella estaba angustiada, la situación había sido fea. Comimos y nos quedamos en el hotel. Me quedé con los anillos en el bolsillo durante siete días hasta que se armó una discusión. Y ella dijo: 'Basta, ¿qué querés de mí?'. Y yo saqué los anillos del bolsillo. Fue perfecto. Yo estaba esperando la frase y ella me dio el pase de Riquelme. Ella es intensa. O venía el pie o me guardaba el secreto for ever".
Hoy, Viviana Canosa y Alejandro Borensztein esperan a su primera hija juntos. Martina llegará a mediados de 2013 para completar la familia. El columnista de Clarín es padre de dos hijos (uno de los cuales vive con él y el otro, en el mismo edificio, pero solo) fruto de su relación con Merlina Licht, una abogada que trabajaba en Mañaneras por América y falleció de cáncer en 2010 cuando ellos ya estaban separados.
"Soy ama de casa, además de escribir y demás. Pongo la ropa en el lavarropas, la cuelgo, preparo la comida. Hago mi cama y la de mi hijo todos los días".
"Cuando me enteré que Merlina tenía una enfermedad, lo llamé de urgencia a mi terapeuta. Le dije que lo tenía que ver ya. Uno se prepara para muchas cosas en la vida, pero yo jamás había pensado que podía pasar esto. Merlina era atleta, casi diez años menor que yo. Siempre imaginé que yo me iba a morir y ella iba a vivir muchos años más. No podía creer lo que estaba pasando", reconoce Borensztein.
El hijo del brillante Tato también tuvo tiempo para describirse a sí mismo: "Estoy bien, soy un tipo feliz. Voy a un mercado antiguo del barrio. Básicamente soy ama de casa, además de escribir y demás. Pongo la ropa en el lavarropas, la cuelgo, preparo la comida cuando no viene la señora. Hago la cama todos los días. La mía y la de mi hijo. Lavo los platos, cocino, voy al colegio. Cuando estaba casado con mi ex, siempre colaboré, compartíamos las tareas. No lo concibo de otra manera".