Killing Zac Efron ("Matando a Zac Efron") es, paradójicamente, el nombre del reality de supervivencia que el actor estaba filmando en Papúa Nueva Guinea y que bien podría haber sido el último trabajo de su vida.
Porque Zac Efron estuvo al borde de morir tras infectarse con una peligrosa bacteria que lo enfermó de fiebre tifoidea. Su cuadro era tal, que apenas el equipo de rodaje detectó que el exchico Disney empezó con síntomas, organizó su trasladado en un vuelo de urgencia a Brisbane, Australia.
Allí fue atendido en el St. Andrews War Memorial donde, luego de algunos días de tratamiento y ya con su alta médica, Efron regresó a los Estados Unidos para festejar la Navidad con su familia y amigos.
La estrella de 32 años estaba en Nueva Guinea desde principios de diciembre, abocado en lo que será una serie documental para la TV que promete seguirlo a lo largo de 21 días en sus esfuerzos por sobrevivir en esta isla recóndita, con equipamiento básico y la única compañía de Cyril Tara, un guía local que lo llevó a conocer los rincones del lugar.
"¡Estoy emocionado de explorar cualquier territorio desconocido y descubrir qué aventura inesperada me espera! Tiendo a superarme bajo circunstancias extremas y buscar oportunidades que me reten en todos los niveles", dijo Efron a Variety, antes de lanzarse a esta odisea de la que casi no vuelve con vida.
Hace unas horas, tras el revuelo mundial que generó la noticia, Zac compartió en su cuenta de Instagram un saludo a todos aquellos que se preocuparon por su salud. "Estoy en casa para pasar las Fiestas con mis amigos y familia. Muchas gracias a todos por su amor y preocupación. ¡Nos vemos en 2020!", escribió, recuperado.