Luego de la conmoción que generó la muerte de Paul Walker, quien perdió la vida en 2013 a causa de un accidente automovilístico, Meadow Walker -la hija del actor- presentó una demanda por "homicidio por negligencia" contra Porsche, la marca del auto en el que iba su padre y que conducía su amigo y asesor financiero, Roger Rodas, quien también falleció tras estrellarse contra un árbol cerca de Los Angeles y estallar en llamas.
Sin embargo, la compañía hizo su defensa. Calvin Kim, manager de Porsche, manifestó: "No hemos visto la demanda y, por tanto, no podemos comentar los detalles". Y agregó: "Como hemos dicho anteriormente, nos entristece cuando cualquier persona sufre daños en un vehículo Porsche, pero creemos que los informes de las autoridades en este caso establecieron claramente que este trágico accidente se produjo por conducción temeraria y una velocidad excesiva".
Asimismo, la automotriz se amparó en el informe oficial de la Policía que investigó el siniestro. Allí, se señala que Walker viajaba a 150 kilómetros por hora, más del doble de lo permitido en la zona donde ocurrió el choque que dejó calcinado el vehículo tras el accidente.
En la demanda, Meadow atribuye la muerte de su padre a defectos de diseño del vehículo y reclama que el Porsche Carrera GT carecía de "las características de seguridad propias de los vehículos de carreras bien diseñados o incluso de otros vehículos de Porsche más económicos".
Por último, la joven denunció que el protagonista de Rápido y Furioso seguía con vida cuando el coche se incendió y que un "defectuoso" cinturón de seguridad le impidió escapar después de que la función de seguridad "atrapara el torso de Walker con enorme fuerza, rompiendo así sus costillas y su pelvis".