Desde que nació Indalecio, a Luli Fernández, como a toda madre, la vida le cambió de la noche a la mañana. Pero la conductora tiene la suerte de que su hijito es un bebé muy tranquilo. “Inda es un santo, duerme y se porta súper bien”, le dijo a la revista Caras y contó que, a pesar de que su marido le propuso contratar a una persona a la noche para que pueda descansar, ella dijo “no”. “Prefiero hacer mi experiencia y resolverlo sola”, lanzó contundente.
Enamoradísima del pequeño, Luli asegura que su pareja, el abogado Cristian Cúneo Libarona, es un gran aliado en este desafío que enfrenta como madre primeriza: “Más allá de su caótica agenda, se hace lugar para acompañarme al pediatra o a vacunarlo”.
“Es un papá dedicado, presente y compañero. A los chicos más grandes (de su primera pareja) los entrena en rugby, los escucha y ayuda. Indalecio llegó en un momento de su vida en el que la paternidad es un disfrute total. Siempre me dice ´yo ya crié cuatro, ahora te toca a vos ponerle límites'”, cerró plena.
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