El músico británico Roger Waters cumplió 30 años atrás la histórica promesa que hiciera en julio de 1989, cuando afirmó que solo sería posible interpretar "The Wall" -mítico álbum de Pink Floyd- en vivo cuando hubiera caído el Muro de Berlín, símbolo de la división entre Este y Oeste.
Un año justo después de esa entrevista, y casi nueve meses después de la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, se instaló un megaescenario en la que alguna vez fue "tierra de nadie", la zona de Berlín entre la Potsdamer Platz y la puerta de Brandeburgo. Así el 21 de julio de 1990 fue a escena uno de los eventos en vivo más altamente simbólicos de la historia del rock.
Esa grandiosa puesta en escena tiene una historia nada sencilla, y no solo por su complejidad técnica. Para comprender su génesis hay que remontarse hasta 1979, cuando -bajo pleno control de Waters- Pink Floyd editó "The Wall".
Exito clamoroso, en la obra el bajista y cofundador del grupo cuenta la historia de Pink, una estrella de rock presa de la desilusión y de la paranoia que pone un muro entre él y la realidad
Y esa realidad está poblada de sus pesadillas, las instituciones escolares, el nazismo, el consumismo de una sociedad cada vez más materialista
La banda estaba entonces dividida por las diferencias y Waters soportaba cada vez menos su papel de divo. Nació así la idea de un tour, ya legendario, que se llevó a cabo entre 1981 y 1982, y durante el cual se construía un muro que separaba la banda de su público y que solo al final era derribado.
Ese muro que signaba el punto de máxima distancia de la gente algunos años se convertirá en una metáfora de libertad de extraordinaria potencia
En 1982 Alan Parker dirigió el film inspirado en el doble álbum, y precisamente en este film por primera vez aparecen aquellos muñecos e invenciones gráficas de Gerald Scarfe destinadas a permanecer en el imaginario de todos los fans de Pink Floyd.
El concierto de Berlín fue una empresa realizada solo por Waters, que entretanto se había separado de David Gilmour, Richard Wright y Nick Mason. En principio se había dirigido a algunos amigos como Peter Gabriel, Bruce Springsteen, Eric Clapton, Rod Stewart, pero no aceptó ninguno de ellos.
El elenco fue integrado entonces por Bryan Adams, The Band, Paul Carrack, Cindy Lauper, Thomas Dolby, Joni Mitchell, Ute Lemper, Sinead O'Connor, Van Morrison, los Scorpions, Paddy Moloney, James Galway.
Una puesta en escena grandiosa, con momentos de teatro musical en los que intervinieron actores como Albert Finney y Tim Curry, Marianne Faithfull, la orquesta sinfónica de la Radio de Berlín oriental y la banda de las Fuerzas Armadas soviéticas, los muñecos de ocho metros y el cerdo volante, el derrumbe del muro que signa el final del concierto transmitido por 52 países
La potencia visual del espectáculo amplificó el significado simbólico de un concierto fundado en un álbum que de festivo no tenía nada.
Y sin embargo ninguna otra obra era más apta para celebrar un evento que cambió el mundo frente a 350.000 personas. Ese muro que dividió a una estrella de rock enloquecida de la realidad se había convertido en el Muro de Berlín: una vez más la música había demostrado ser el instrumento privilegiado para dar cuerpo a los sueños de un mundo mejor. Y aquella noche en Berlín a todos les pareció que era realmente posible.
Fuente: ANSA.