Casi un año estuvo bloqueada la tablet que Natacha Jaitt nunca soltaba y que, por supuesto, estaba con ella aquella madrugada de febrero en la que murió en confusas circunstancias en el Complejo Xanadú, de Villa Lañata.
Es que liberar el contenido del iPad, información que la empresa Apple no estaba dispuesta a brindar por su estricta política de protección de la privacidad y seguridad de sus usuarios, costaba 25 mil dólares.
Un monto que la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires, organismo que debía hacerse cargo de desembolsarlo, y que aseguró no disponer en su momento. "No hay fondos", le dijeron a Alejandro Cipolla, abogado de la familia de Jaitt.
Pero ahora, los familiares de mediática están más cerca de saber la verdad. A partir de la investigación del asesinato de Fernando Báez Sosa, que implicó pericias de los celulares marca iPhone de los rugbiers implicados, la Justicia accedió al pedido de su hija, Antonella Olivera, y de su hermano, Ulises Jaitt, de abrir la tablet de Natacha con la misma tecnología que se aplicó.
Así lo informó Antonella en su cuenta de Twitter. "Mi pedido fue escuchado. A casi un año de la muerte de mi vieja, podremos desbloquear el iPad. Más que alegría me da tristeza y me parte el corazón que mi mamá no tenga justicia. ¡Una vergüenza!", escribió la joven y publicó una captura del texto legal que establece que las pericias sobre el dispositivo se realizarán hoy en la sede de la Policía Judicial de la Secretaría de Polítia Criminal de la Procuración General de la provincia.
Esta resolución llegó un día después de que Ulises explotara en las redes con un tweet exigiendo respuestas.
"La Justicia desbloqueó los celulares de los rugbiers pero no la tablet de mi hermana. ¿A quién quieren proteger? Se nota mucho muchachos, disimulen. Se cagan en una familia que merece saber qué pasó con Natacha. Justicia corrupta. A Natacha la mataron. Un año sin justicia. Hijos de p...", expresó en las redes.