Una triste noticia recorrió las redacciones este lunes por la mañana. El humorista Gabriel Gustavo Pinto, más conocido como Tuqui, murió este fin de semana a los 64 años. Si bien aún se desconoce la causa de su muerte, desde 2012 sufría problemas de salud luego de sufrir un accidente en moto que lo obligaba a movilizarse en muletas.
Muchas figuras se volcaron a las redes para despedirlo. Mario Pergolini, Juan di Natale, Clemente Cancela y Axel Kuschevatzky fueron solo algunos de los famosos que recordaron con tristeza al querido Tuqui.
María Julia Oliván escribió un largo y duro mensaje de despedida para su amigo y colaborador en Border Periodismo, el sitio que dirige, en el que Tuqui publicaba una columna.
“Se murió #Tucan. Antes de salir de vacaciones hablamos con su amigo Gabriel porque no lo encontrábamos.. ‘Che, ¿sabés algo de Tuqui?’. Lo volvieron a internar en Mercedes pero no se llevó el celu, me dijo. Me quedé pensando casi convencida que esta vez se había ido a lo que fue. Pero Gabriel me dijo, ‘no te asustes Tuqui tiene cuerda para rato’. Así que pensé en venirme de vacaciones y después llamar a Yanina, su ex, su ángel de la guarda.
Tuqui fue una persona maravillosamente buena, estudio abogacía era tremendamente culto y tenía un desenfado extremo contra dios y una devoción religiosa por el humor.
Su último proyecto me lo contó en abril: ‘Quiero dejar algo para ayudar a los demás.. que la gente que le pasó lo mismo que a mí pueda usar el humor para enfrentar a la muerte’, me dijo.
Yo le contesté dándole ánimo diciendo que me mande la columna que escribió durante casi 4 años en Border por audio y yo la mandaba a desgrabar que me parecía muy buena su idea -de hecho lo es- y que sigamos. Parece que me escuchó angustiada porque me dijo ‘No te angusties negra, no te pongas mal, yo lo único que quiero es hacer algo que sea útil para la gente que todavía no se resignó a la muerte... yo elegí cómo vivir y también cómo morir. Y lo que me está pasando es muy gracioso...’ Lo demás eran bocetos del guion lleno de locura y humor negro que escribía en su cabeza. A Tuqui le cerraron muchos las puertas. Sus amigos de las buenas se olvidaron de él en las malas y así jamás guardó una palabra de rencor hacia ellos. Porque Tucán era un caballero. Una persona buena y un incorregible. Ahora veo por qué no te llevaste el celular a esta internación. Puta madre, Tuqui. Siempre vas a estar presente en Border. Me encantó que todo este tiempo nos hayamos hecho amigos que me permitió admirar la integridad de tu ser y tu don de gente… ¡Buen viaje amigo! Me quedo con tus mil vidas y tu mirada serena, tu camisa hawaiana y tu humor... Siempre tu humor negro que hoy es negro de verdad porque está de luto”.
Ciudad