Cuando Dolli Irigoyen asumió el rol de jurado en la primera edición de MasterChef Celebrity en reemplazo de Germán Martitegui, se convirtió en la nueva revelación del reality. La chef impartió devoluciones durísimas para algunos participantes, que temblaban al verla, incluso más si estuviera el titular del puesto.
Desde hace una semana, la chef se hizo cargo junto a Fede Bal de After Hour, un micro que se puede ver en plataformas digitales en donde se la puede ver evaluando los platos de los participantes que ya fueron eliminados del reality. En diálogo con Ciudad, Dolli se mostró muy contenta con su nuevo trabajo y contó de qué se trata esta propuesta, sin dejar de lado su opinión sobre la segunda versión de MasterChef.
-El año pasado te convertiste en una revelación en MasterChef Celebrity. Algunos participantes te veían y temblaban. ¿Cómo lograste un cambio así en tu imagen?
-Yo soy muy exigente. Sí soy muy didáctica cuando hago televisión, como cuando hacía El Gourmet o Utilísima; y muy paciente cuando les explico a mis discípulos y cocineros. Pero también tengo tantos años dentro de una cocina dirigiendo cocineros que soy muy exigente conmigo misma y con los otros. Yo tenía que reemplazar a Martitegui que también es la persona más seria… y vamos a dejarlo ahí. Tenía que ser muy estricta pero también tenía mis momentos más maternales en los que los ayudaba. Todos decían que yo era peor que Germán y terminaron diciendo ‘la amo’ así que me quedo con eso.
-¿Y Cómo es tu nuevo proyecto relacionado a MasterChef?
- Se llama After Hour, comenzó el viernes 12 de marzo y es un proyecto digital que se puede ver en Youtube y en otras plataformas. Es como una segunda oportunidad que tienen los participantes eliminados de MasterChef, y vienen a una competencia donde tienen 30 minutos para cocinar platos más fáciles de realizar. Federico Bal, que es un amor de persona, es el conductor y yo soy la jurado. Tengo una una gran responsabilidad porque decido quién vuelve a la semana siguiente a competir con el próximo eliminado.
- ¿Y de qué se trata esta competencia?
-Hasta ahora se enfrentaron Cae y Mariano Dalla Libera, que ganó y este viernes se va a enfrentar con Juanse. Y esto seguirá así por unos tres meses hasta una semana después que termine MasterChef. El ganador se llevará 200 mil pesos.
- ¿Cómo ves a los nuevos participantes? ¿Tienen el mismo nivel que los anteriores? Hay como un comentario en algunos medios de que no generan la misma empatía pese a que el público responde igual o mejor que antes.
-Yo creo que hay que esperar porque en la primera versión de Masterhef Celebrity los participantes se fueron soltando y encontrándose a medida que fue transcurriendo el certamen. Acá recién llevan cuatro semanas y yo creo que de a poco aparecen nuevas figuras y van evolucionando, van cocinando mejor. No se puede comparar un elenco con el otro pero hay gente muy divertida y talentosa en este MasterChef.
- ¿Y el jurado?
- Los jurados también están más sueltos. Hacen más cosas, admiten un disfraz, o algo diferente. Me parece que están como más aceitados. Yo creo que, si bien cada uno tiene su personalidad, me parece que están muy bien y que logran hacer muy entretenido el programa y la gente me dice en la calle que lograron un encuentro de la familia, incluso con los adolescentes.
-¿Y cómo te afectó a vos haber sido parte de MasterChef?
- Es como que se produce una energía en cada casa que incluye a los más chiquitos. El otro día estaba en el cumpleaños de mis nietos y sus compañeros de colegio de 6 años se querían sacar una foto y yo digo ‘es toda una nueva generación’, porque yo ya tengo 40 años en los medios, pero estos chiquitos no me conocían. Es muy bueno, siento una gran felicidad y me encanta, porque creo que la cocina atrae a grandes, chicos, a varones y mujeres. Me parece que hay una nueva necesidad de comer rico, de comer cosas nuevas y de ver cómo se cocina, que surgió en la pandemia ante el cierre de los restaurantes.
-¿Cuáles era tu participante preferido de MasterChef Celebrity?
-Tenía pero me equivoqué absolutamente porque algunos de los que yo creía que iban a llegar a la final fallaron inexplicablemente. Me parece que finalmente se hizo justicia y llegaron las dos que más empuje le pusieron. No tengo un preferido aunque de repente era más simpáticos el Turco García, que me tiraba onda todo el tiempo, o Vicky cuando hacía lo mismo con Germán. Pero para mí eran todos iguales cuando los juzgaba y los mandaba a gala de eliminación, o al balcón según corresponda.
-¿Y de la nueva camada a quién le ponés fichas?
-¡No te lo voy a decir!
-¿Tenés miedo de pifiarle otra vez?
-No, lo que pasa es que quizá pueda estar invitada al programa o me los cruce cuando vengan a que los juzgue en After Hour y entonces es mejor no dar nombres. Me parece que hay muchos personajes, que está muy divertido. Georgina Barbarossa me parece que es genial. No sé si va a llegar o no a la final pero ella es mágica, y es una gran actriz. Y se divierte, se preocupa y se pone nerviosa, entonces me parece un gran personaje pero hay muchos más.
-¿Y cómo te llevás con Fede Bal?
- Me llevo genial. Hacemos una dupla como cuando hacíamos el programa y me la dejaba picando para que yo le diga algo.
-Como cuando se apoyaba en la mesada durante las devoluciones...
-¡Claro! Él es un gran actor porque todo ese juego que hacía era una gran actuación, y en la conducción del programa tenemos momentos muy divertidos. Fede es un amoroso, muy metedor, muy trabajador, siempre está dispuesto. Somos los dos muy responsables de nuestro trabajo. Nos divertimos, la pasamos bien y estamos incursionando en algo absolutamente nuevo.
-¿Y como fue la reacción al primer programa?
- Cuando apareció y lo empecé a mirar por Youtube encontré algunos comentarios muy maliciosos de gente amparada en el anonimato. Tuve un bajón porque no estoy acostumbrada a que me bardeen de esa forma. La verdad es que me dije ‘¿qué estoy haciendo?’, pero después comenzaron a aparecer devoluciones en las redes muy positivas, como cuando publico recetas en Instagram.