Alyssa Milano es una de esas figuras de Hollywood que nos acompañó a lo largo de los años, por ejemplo como protagonista de la serie ‘Charmed’, donde se puso en la piel de Phoebe Halliwell, junto a la recordada Shannen Doherty, con quien estuvo enemistada mientras compartía pantalla.
La actriz nacida el 19 de diciembre de 1972 en Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, también participó en ’Who’s the Boss?’ y ‘Melrose Place’, solo por mencionar algunos éxitos de su extensa carrera que arrancó a muy temprana edad.
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Es que cuando apenas tenía 7 años, su niñera, sin avisar a sus padres, la llevó a una audición para la compañía nacional de gira de Annie. Milano fue una de las cuatro seleccionadas entre más de 1.500 chicas.

Durante su trabajo en la obra, Milano y su madre estuvieron de viaje durante 18 meses. Tras regresar a su Nueva York natal, apareció en anuncios de televisión e interpretó varios papeles en producciones del off-Broadway, incluyendo la primera adaptación musical estadounidense de Jane Eyre.
Y así continuó, sin prisa y sin pausa, una prolífera carrera que la posicionó como una actriz con presencia en el mundo del espectáculo a nivel mundial.
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Cómo Phoebe Halliwell en la serie Charmed que se ahora se encuentra en la plataforma de Prime Video, Milano aportó profundidad, fuerza y vulnerabilidad a su personaje, creando un rol que empoderaba y conectaba a la audiencia a nivel personal. Humor, autenticidad y corazón fueron claves para ser una de las brujas más queridas de la ficción.
Más allá de conservar una fuerte presencia en la pantalla como actriz y cantante, logró posicionarse en otro rol fundamental: activista de #Me Too. Su voz se hizo escuchar fuerte para amplificar el movimiento, e incluso a través de su escritura.

Allá por 2017, luego de que el New York Times y el New Yorker publicaran acusaciones de acoso sexual contra Harvey Weinstein, Milano instó a sus seguidores a compartir sus propias experiencias utilizando el hashtag #MeToo. El movimiento se viralizó rápidamente, con millones de mujeres y hombres compartiendo sus historias de acoso y agresión sexual en las redes sociales.
“Es una manera increíble de comprender la magnitud de este problema. También fue una manera de desviar la atención de estos hombres horribles y volver a centrarla en las víctimas y los sobrevivientes”, sostuvo en su momento Milano.
Milano agregó una oración al mensaje que había recibido de una amiga antes de publicarlo en Twitter: “Si has sido acosada o agredida sexualmente, escribe ‘yo también’ como respuesta a este tuit”.

A la mañana siguiente, se despertó con 55.000 respuestas y la etiqueta era tendencia número uno en Twitter. No hace falta remarcar qué sucedió con el pasar del tiempo. Fue, sin dudas, un punto de inflexión en la sociedad ya que el hashtag se convirtió en una forma de expresar solidaridad y visibilizar el problema.
Por otro, lado, Milano tampoco se escondió a la hora de defender otras causas, como las vinculadas al cambio climático, la atención médica y ciertas injusticias políticas.