Los amantes de la novelas de intriga pueden encontrar en Netflix una serie que no tardó en posicionarse entre las más vista de la plataforma. Un detective al estilo Agatha Christie debe desentrañar un caso con 157 sospechosos en 132 habitaciones de la Casa Blanca, la residencia oficial del presidente de Estados Unidos.
Con solo 8 episodios que mezclan misterio y comedia, este proyecto llega al streaming de la mano de la guionista, directora y productora Shonda Rhimes, el cerebro detrás de Grey’s Anatomy, Bridgerton e Inventando a Anna.
Uno de los fuertes es sin duda su elenco: Uzo Aduba, conocida como Crazy Eyes en Orange Is The New Black, interpreta a la detective Cornelia Cupp. Junto a ella, aparecen Andre Braugher -en uno de sus últimos trabajos, ya que falleció en diciembre de 2023-, Giancarlo Esposito, Randall Park, Al Franken y Jason Lee, entre otros. Y por supuesto no puede faltar la cantante Kylie Minogue, quien hace de... ella misma.
De qué trata La Residencia, por Netflix
En La residencia, Cornelia Cupp (Uzo Aduba) es una detective extravagante que no sigue los métodos habituales y se dedica a la ornitología, y debe resolver el asesinato del ujier de la Casa Blanca, a mansión de Estados Unidos más vigilada del mundo.
Como si se tratara de una novela de Agatha Christie, las investigación con toques de comedia irá desentrañando secretos ocultos y descubriendo la cara menos conocida del poder.

La residencia está inspirada en The Residence: Inside the Private World of the White House, el libro de no ficción escrito por Kate Andersen Brower en 2015. Se publicitó tras su lanzamiento como “un revelador vistazo al interior de la Casa Blanca. El Downton Abbey de quienes allí trabajan”.
El texto explora la vida dentro de la Casa Blanca desde la mirada de los empleados que sirvieron a diferentes presidentes de Estados Unidos, desde los Kennedy hasta los Obama. Más allá de ello, la serie aprovecha para crear una trama de ficción con una dosis de sátira y humor negro.
Hechos reales alrededor de la Casa Blanca
Si bien es sabido que ningún crimen ocurrió dentro de la residencia presidencial de EE.UU., está a la vista los numerosos momentos de violencia que sí surgieron en sus alrededores.

Algunos ejemplos para mencionar: en 1859, el congresista Daniel E. Sickles mató a tiros a Philip Barton Key, hijo de Francis Scott Key, tras descubrir que tenía un romance con su esposa. Fue justo en Lafayette Square, frente a la Casa Blanca, y Sickles gritó antes de disparar: “¡Has deshonrado mi casa y debes morir!”.
De hecho, la Asociación Histórica de la Casa Blanca señala que por lo menos 10 personas murieron dentro de la residencia presidencial.
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Figuras como el presidente William Henry Harrison, quien falleció a causa de una neumonía en 1841, y la primera dama Letitia Tyler, por un derrame cerebral en 1842.
El presidente Zachary Taylor falleció debido a una enfermedad estomacal en 1850. Por otro lado, las primeras damas Caroline Harrison y Ellen Wilson padecieron de tuberculosis en 1892 y de la enfermedad de Bright en 1914, respectivamente.