Después de un tibio estreno en Antena3, Toy Boy, la serie española en clave de sensual thriller, se ha convertido en un suceso mundial tras su estreno en Netflix. Y, también, su protagonista: Jesús Mosquera, el exfutbolista malagueño de 26 años que dejó su carrera deportiva para interpretar a Hugo, un stripper con clientela de lujo y vida despreocupada que tras ser condenado por un crime que no cometió busca venganza. Pero luuego de pasar siete años en prisión, Hugo conoce a Triana (María Pedraza), una joven abogada que, en nombre de unos intereses ocultos y poderosos, consigue su liberación provisional.
Aquí, cinco datos que tal vez desconocías sobre Jesús Mosquera.
1) Entró a formar parte de las categorías inferiores del Málaga con tan solo 12 años hasta que con 16 años el Athletic de Bilbao lo fichó. Vivió en la ciudad de Euskadi, pero a los 18 años eligió regresar a su tierra, Málaga, donde ha jugado como defensor en el Málaga B y en el Betis B.
2) Las responsables del casting de Toy Boy conocieron a Jesús mientras él entrenaba en un gimnasio. Buscaban algún chico que pudiera formar parte de la serie en algún papel menor. Lo invitaron al casting y luego de varias pruebas más y comprobar su incipiente talento, decidieron proponer a Jesús no sólo para el elenco de la serie, sino como su protagonista.
3) Para protagonizar Toy Boy, Jesús se trasladó a Madrid donde trabajó su rol con coaches de interpretación y baile durante más de 8 meses. También tuvo que someterse a un duro entrenamiento físico para la apariencia del personaje.
4) El actor tuvo, adempas, que realizar un a estricta dieta para personificar a Hugo. También debió dejarse crecer el pelo durante varios meses para escenas del primer episodio de la serie. Su look, dice, es el de pelo corto.
5) Mosquera está soltero y sin compromiso. Se define como un chico reservado y tímido. "Ahora mismo estoy en mi casa. Estoy solo... Sin acompañante", dijo el actor, de cuarentena en su España natal.
6) Dice ser muy goloso, razón por la que la restringida alimentación que debió respetar para poder alcanzar el físico de Toy Boy fue lo peor del proyecto. También le encanta la paella que cocina su padre.