La realizadora Liliana Furió, quien codirige junto a Lucas Santa Ana Ilse Fuskova, filme que recorre la vida y las distintas luchas de una de las activistas históricas del feminismo y del lesbianismo en Argentina, expresó que este es “un documental histórico, político y amoroso”.
“Ilse es poesía y lunfardo, es fortaleza y ternura. Y es una huella que ayuda a seguir abriendo caminos de lucha”, definió Furió a la protagonista de la cinta, que hoy tiene 92 años, en una entrevista con Télam.
La trama recorre la vida de Ilse Fuskova, una azafata que incursionó en el periodismo y en la fotografía, terminó con un matrimonio de tres décadas, se asumió lesbiana, se pronunció feminista en plena dictadura cívico militar y comenzó una vida de activismo. En los 90 llegó a los medios masivos de comunicación e instaló la problemática de un grupo de mujeres que vivían su sexualidad al margen del sistema.
“La película -cuyo estreno será este jueves en el porteño cine Gaumont, Espacios Incaa y en Cine.ar TV- está atravesada por una historia de vida riquísima y por las voces de otras referentes indispensables, que como Ilse, son y han sido fundamentales”, añadió la directora.
“Buscamos dar a conocer su trayectoria y que pueda inspirar a las nuevas generaciones. Que a través de la vida de esta gran referente sea valorada la lucha dada por un colectivo que comenzó en tiempos en que poner el cuerpo y dar la cara tenía costos enormes y que nos llevó en gran medida a obtener las reivindicaciones y derechos que hemos podido conquistar”, abundó Furió.
Télam: ¿Qué te impulsó a retratar la vida de Ilse Fuskova?
Liliana Furió: Su vida es tan rica tanto en el plano histórico como en su aporte artístico y desde luego en su militancia lesbofeminista, que no realizar un documental sobre esta referente inigualable hubiese sido imperdonable para nuestro acervo cultural y político.
T: ¿Su historia y sus luchas te atraviesan en lo personal?
LF: Ilse marcó mi vida de un modo muy importante. A poco tiempo de mi salida del armario, allá a mediados de los 90, luego de estar varios años casada y haber tenido tres hijas, pude asistir a una charla que ella y Claudina Marek (gran amor de Fuskova por más de dos décadas, con quien fueron precursoras de las marchas del Orgullo) daban en un espacio de lesbianas. En ese entonces yo percibía rechazo por mi condición, tanto en los espacios hétero de los cuales venía como también en muchos otros de lesbianas, donde al contar que había estado casada con un varón cis me miraban raro. Así que saber de la vida de Ilse, leer "Amor de mujeres", el libro que escribieron con Claudina, me permitió pararme de un modo mucho más seguro en todos los ámbitos de mi vida.
T: Hubo y hay muchísimas militantes feministas. ¿En qué marcó y marca la diferencia ella?
LF: Tengo bastante rechazo por las comparaciones 'cualicuantitativas' entre seres humanos, somos piezas únicas, cada cual hace lo que puede con lo que trae y recibe. Prefiero ponerlo en términos de cuán importante fue su aporte para mí y para muches otres, ella salió de un modo masivo y contundente a dar la cara y a reivindicar a las lesbianas, gays y trans en tiempos en que esto requería un temple y una valentía destacables. Eso no invalida las acciones que muches otres hicieron antes, durante y después de Ilse Fuskova. Y diría, muy por el contrario, que esto es claramente una lucha colectiva y ella lo entendió así desde siempre, que esxs muchxs otrxs referentes a los cuales siempre reivindica y menciona, potenciaron su mensaje y los logros colectivos obtenidos.
T: En el documental se menciona una interna feminista que involucraba en ese entonces a quienes se reconocían lesbianas. ¿Ves internas hoy entre los distintos colectivos feministas?
LF: Para dar alguna respuesta resumida podría decir que internas en el feminismo hay varias, como en cualquier movimiento humano que goce de vida y salud. Incluso, varias más que hace 20 o 30 años atrás, dado que se ha ampliado y complejizado el movimiento y eso tiene sus aspectos negativos y positivos también. Entiendo que las diferencias más claras están en las dicotomías: feminismo radical/ transfeminismo, a este último prefiero denominarlo lesbotransfeminismo, y por otro tenemos la conflictiva regulacionismo/ abolicionismo en relación a la cuestión de la prostitución. Son temas complejos y a la vez urgentes para nuestro movimiento, pero creo que es fundamental que podamos entender que el enemigo verdadero, el monstruo que llamo “fachomachocapitalismo” es a quien tenemos que volver a poner en foco, erradicarlo de la faz de la tierra y dejar de encarnizarnos entre nosotres con temas que tenemos que seguir debatiendo en nuestros históricos Encuentros Nacionales de Mujeres, que hoy me parece precioso que se amplíe a Encuentros Plurinacionales de Mujeres, lesbianas, trans, travestis y bisexuales. La diversidad es riqueza y es inherente a la vida. Que el árbol que muchas veces nos ponen los “chongos” corporativos para que nos agarremos de las mechas no nos tape el bosque.
T: Hay discursos de ciertos sectores de la sociedad que están reflejados en el documental en contra de estas luchas y que Ilse fue desarmando en sus apariciones públicas durante años, pero muchos de ellos se sostienen en la actualidad. ¿Pensás que algún día esto va a cambiar o es utópico creerlo?
LF: Lamentablemente no solo se sostienen muchos de los discursos retrógrados contra los que Ilse se enfrentó tan maravillosamente, sino que lo que se ve en estos tiempos tan polarizados es un regreso del fachismo, las derechas están recargadas de odio y con un discurso engañoso que promete libertad, cuando en realidad vienen a llevarse puestos miles de derechos que nos costó años de lucha obtener. Eso nos obliga a sostener más que nunca las banderas de la unidad feminista y cuando hablo de feminismo, indefectiblemente hablo de empatía, de justicia social, de diversidad, y de un sistema que deje de explotar a la Pachamama y a los cuerpos más vulnerables del modo salvaje en que lo viene haciendo.
Fuente: Télam