"Malcolm y Marie", drama romántico rodado en burbuja en plena pandemia con John David Washington y en los roles de un cineasta y su novia en una noche que pondrá a prueba la solidez de su relación, estrenará mañana en .
Escrita y dirigida por Sam Levinson, creador del drama adolescente "Euphoria" (HBO) en el que la propia Zendaya brilla desde 2019, "Malcolm y Marie" propone un retrato íntimo de una pareja que debe compartir la cama con el ego y el esnobismo de la industria.
Malcolm y Marie regresan a casa luego del celebrado estreno de la película del primero, donde crítica y público quedaron encantados.
Rodada en blanco y negro, ambos parecen flotar en el aire tras una noche ideal; él se prepara un trago y pone música, mientras ella improvisa una rápida cena de macarrones con queso de cajita.
Sin embargo, algo no está bien y, como un cuchillo que corta el clima de cuajo, Marie deja caer su planteo: Malcolm dio un discurso, agradeció a medio mundo y no la nombró a ella, su pareja desde hace cinco años.
A partir de ese momento, y como en una serie de asaltos de esgrima en los que cada espadachín alterna el ataque furioso con la defensa desesperada, inician una serie de discusiones que exponen el narcisismo de él, la fragilidad de ella y el Lado B de la industria del cine.
Rodada en secreto en Carmel, una pequeña localidad de California en la que no hacía falta pedir permisos de filmación durante la pandemia como sí ocurría en Hollywood, los apenas 22 miembros de la producción participantes se confinaron en un rancho durante 10 días para cumplir con los protocolos.
Casi todos los participantes del equipo se conocían por el trabajo de Levinson y Zendaya en "Euphoria", incluido el director de fotografía Marcell Rév, el diseñador de producción Michael Grasley, el editor Julio C. Perez IV y la supervisora musical Jen Malone.
En cambio, el hijo de no había trabajado con ninguno de ellos, pero se sintió inmediatamente atraído por la propuesta cuando Levinson lo llamó y le leyó las primeras 15 páginas del guion, que había escrito a toda velocidad en la catarsis creativa del aislamiento en Estados Unidos por el coronavirus.
Fuente: Télam