Una vez más, contra viento y marea, Susana Giménez revalidó su título de dueña de la tele. Nuevamente, su carisma gigantesco pudo contra todo. Y así, la gran diva de los teléfonos reinó en Telefe durante "su peor año".
Su vuelta al formato diario le trajo un par de disgustos que supo sortear con hidalguía. Cuando todos comenzamos a hablar de "rating insuficiente", "falta de novedades" y "programa repetitivo", hoy, viendo los resultados finales, tendríamos que repensar lo dicho. No fue el peor año de Susana, sino el de Telefe. Y en ese contexto, Su luchó minuto a minuto, y programa por programa, como una hormiguita (de acero) para recuperar un público que le fue esquivo a esa pantalla durante todo el año.
Su vuelta al formato diario le trajo un par de disgustos que sorteó con hidalguía. Viendo los resultados finales, tendríamos que repensar las críticas. No fue el peor año de Susana, sino el de Telefe.
A esta altura de noviembre, llegando al final de su temporada, se pueden recordar sus mejores entrevistas. En ese living tuvo que remar con una gélida Xuxa. Con su gracia única tiró el paso de Los Wachiturros. Le dio la bienvenida a la fama a los mellizos de Florencia de la V. Mostró lo mejor de Carlos Tevez. Recibió tras su recuperación a Juan Alberto Badía. Los novios del año Luisana Lopilato y Miachel Buble la eligieron para contar sus intimidades. Y las más polémicas del año también le dieron la gran exclusiva: Juana Viale, primero; Mirtha Legrand, después.
Todas las figuras internacionales pasaron por su show: Lenny Kravitz, Rod Stewart, Salma Hayek y Antonio Banderas, Chayanne, Ricky Martin, Justin Bieber, y Ricardo Montaner, entre muchos otros. Esa lluvia de estrellas, notas exclusivas y -sobre todo- ese inmenso cariño de los argentinos hacia la conductora, la instalaron en la cima nuevamente.
Un 2011 cargado de sucesos: la interacción de su ex, su hija envuelta en varios escándalos de infidelidades, golpes y nuevo yerno, su nieta histeriqueando con una posible carrera artística, y el corolario de la polémica por la compra de dólares y los cruces con la AFIP. Pero nada puede con ella, y renace cada temporada como la insumergible Molly Brown.
Y anoche tuvo otra noche brillante, acompañada por su mejor co-equiper: Antonio Gasalla. Una dupla explosiva, con un timing para el humor inédito y una gracia hipnotizante. Casi una hora de Susana y La Abuela (sí, con mayúsculas) improvisando con todo el humor y un profesionalismo remarcable. Nada los detuvo y pasaron revista de manera hilarante por cada tema. Gasalla, con su lengua afilada como un bisturí, logró sacarle a su compañera una nueva frase de alto impacto, al referirse al asesinato del pequeño de Tomás. Giménez volvió a insistir con la pena de muerte, como cuando asesinaron a su florista: “El que mata así, no merece mas que la muerte”.
En este caso, detrás de todo, hay mucho más que "sólo una mujer".