"El amor reconforta como el brillo del sol después de la lluvia", reza un imán de la heladera de Cristina Pérez, confesa devota de Shakeaspere. El dramaturgo podría haberle dedicado varias de sus obras de haber conocido el 2011 de la tucumana.
Verano 2011, Punta del Este, Cristina Pérez y Flavia Palmiero llegan amigas a la playa, después de un año varias trasnoches de jueves de boliche en la Costanera Norte. Ambas se encargaron de participarnos vía Twitter. Pero la arena esteña les jugó una mala pasada y A buen fin no hay mal principio. La periodista comienza una fugaz relación que no prospera y poco tiempo después dicho caballero empieza a frecuentarse con Flavia. La traición a lo MacBeth se llama: Gastón Elola, modelo del staff de Pancho Dotto, y es el mismo que acompañó a Bariloche a la conductora infantil.
Tras Mucho ruido para nada, Pérez siguió adelante su derrotero. Y no fue un en una noche de verano, sino en una invernal cuando cruzó miradas con Joaquín Furriel. Se conocieron en julio, y protagonizaron su versión de Romeo y Julieta en el más absoluto de los secretos. Los dos estaban libres, pero decidieron mantenerlo puertas adentro de los modernos deptos de Puerto Madero, no los de Stratford-upon-Avon. El año pasado, Furriel abandona Colegiales tras la separación de Paola Krum, y se muda al barrio en donde Cristina vivió con su ex pareja Jorge Pérez Bello (directivo de Telefónica). Mientras acarreabean Penas de amor perdidas, comenzaron a enamorarse.
Furriel había conocido a la protagonista de El Elegido, también en un clásico del escritor ingles: Sueños de una noche de verano, en 2005, mientras ensayaban en el teatro San Martín. Este año, la prensa habló de una aventura extramatrimonial entre Pablo Echarri y Paola Krum (quienes también compartieron en el 99, otra versión de William: Puck: sueños de una noche de verano) pero la sangre no llega al río y en esta historia no hubo ni Teobaldos ni Mercurios, aunque ya sepamos que en la farándula son todos primos.
“Lo único que voy a decir es que no estoy en pareja con nadie. Es entendible que inventen cosas porque soy una persona pública, pero estoy sola”, le declaró al diario Muy la conductora de Telefe Noticias. Lo cierto es que el imán de su refrigerador del mega piso de Madero dice mucho de su presente sentimental. La periodista y el galán se encuentran siempre a solas para compartir películas, pochoclos, pasión e intensas charlas de literatura.
“Algo alarmante pasa en mis sueños y me hace despertar”, , cuando comenzaba a contactarse con el actor. Y aunque esta relación no transcurra en tiempos isabelinos, la historia atraviesa la comedia y la tragedia, con jugosos personajes secundarios y varias subtramas que aportan a la trama. Todo un homenaje a Shakespeare.