“No sería mujer de un futbolista porque son todas cornudas", declaró alguna vez Cinthia Fernández, en mi programa BDV. El tiempo pasa y las palabras se las lleva el viento porque, de hecho, ya va por el segundo romance con un jugador.
Primero fue el inefable Cristian “El Ogro” Fabbiani, un corto amorío a fines del año pasado, nunca blanqueado por ninguno de los dos. Ahora, el bendecido proviene de San Lorenzo: el defensor Jonathan Ferrari, con amplias posibilidades de convertirse en presa de los papparazzis.
Ella tiene un recorrido extenso por los medios, pero sin dudas éste es su año de consagración. Dos romances con jugadores en seis meses, temporada con Excitante en Carlos Paz y su hilo dental, se suman a un presente con una performers de lujo en Showmatch. El sueño de muchas, la realidad de pocas.
Tras una temporada breve con Fabbiani, la noche porteña terminó vinculando a Cinthia con un ex compañero del Ogro. Ferrari y Fabbiani compartieron vestuarios en All Boys. La historia dice que dos meses atrás, Cinthia y Jonathan se cruzaron en Palermo en la disco Kika. La vedette estaba con una amiga, encargada del primer contacto y el intercambio de celulares de nuestros protagonistas. Tras varios días de charlas telefónicas interminables, se produjo el primer encuentro en otro reducto nocturno, llamado Porto SOHO. Ahí, bailaron, brindaron y se besaron delante de todos. Todo esto, ante la atenta mirada de Fabbiani, quien no despegaba los ojos de su ex chica del verano, ahora enredada en los brazos de su ex compañero de equipo. Las salidas entre los veinteañeros (ella tiene 22 y él 24) se reprodujeron, dejando huella por todo el circuito de boliches y restaurantes palermitanos. Incluso, hasta pisaron un teatro under. Evidentemente, ¡un pelo de vedette tira más que cualquier cosa!
El jugador del equipo de Tinelli está ahora de vacaciones con amigos en playas de Brasil, en zunga y gafas como buen metrosexual que se reconoce: “Uso millones de cremas: las del cuerpo, de las manos, de la cara. Un montón de perfumes”, aseguró alguna vez.
Ferrari tiene mucha pasta mediática y está a un paso de pisar el altar tinellesco. Sus declaraciones colaboran: “Me ofrecieron dinero por sexo y dije que sí. Estaba en un boliche, me encaró y propuso pagarme para estar con ella. Tenía 18 años y no tenía un mango”. Ideal para una experta declarante como la Fernández, ideal para esta tevé cazadora de personajes.
Jonathan Ferrari, gran promesa del mundo botineril.