Fede Bal creó un grupo de WhatsApp y sumó a su madre (Carmen), a su novia (Barbie) y a su suegra (Nazarena). Como administrador, incitó con cariñosos mensajes a que haya paz entre las Leonas. Y así congeló la guerra y comenzó un pequeño diálogo en pos de la felicidad de la pareja.
Barbie Vélez (20) y Federico Bal (25) se conocen desde hace mucho tiempo, pero la relación comenzó este verano, y el lazo laboral de sus madres en Mar del Plata terminó de acercarlos definitivamente.
Desde hace unos días, Barbie abandonó su casa familiar y comenzó a pasar sus días (y noches) en el departamento de Federico. El hijo de Carmen está de gira con Tu cola me suena todos los fines de semana, por lo que la convivencia por ahora es interrumpida por el teatro. Sin embargo, de lunes a miércoles comparten techo en el departamento de Colegiales.
Los adolescentes atravesaron un verano turbulento, con la fama de mujeriego de Bal y la aparición de algunas chicas mediáticas que intentaron quebrar la relación. Sin embargo, con el intercambio de claves telefónicas y de contraseñas de las redes sociales, avanzaron un casillero en la confianza. Pero a pesar de esto, hay un conflicto latente que no los preocupa pero los ocupa: las mediáticas suegras.
La relación de Nazarena Vélez y Carmen Barbieri tuvo varios circuitos, pero explotó cuando en una entrevista Carmen lanzó: “Tuve más novios que espectadores en la temporada”. Nazarena no toleró el chiste sobre la floja temporada de Leonas, y contestó con su habitual lenguaje extrovertido, por llamarlo de alguna manera. La otra leona se ofendió por las referencias sexuales de Naza y la bloqueó en Twitter y WhatsApp para no tener contacto.
El chat comenzó con un mensaje conciliador de Nazarena pidiendo disculpas por el conflicto virtual. Enseguida Carmen contestó y se aflojaron las tensiones, y programaron un encuentro para los próximos días.
Pero ahora, los cuatro no sólo se cruzarán en el Bailando, sino también en la vida real. Para evitar que todo esto los perjudique, Fede Bal creó un grupo de WhatsApp, al cual sumó a su madre, a su novia y a su suegra. Como administrador del mismo, incitó con cariñosos mensajes a que haya paz entre las Leonas. Y de esta manera se congeló la guerra y comenzó un pequeño diálogo en pos de la felicidad de la pareja.
El chat comenzó con un mensaje conciliador de Nazarena pidiendo disculpas por el conflicto virtual. Enseguida Carmen contestó y se aflojaron las tensiones, y programaron un encuentro para los próximos días, para volver a charlar cara a cara. Quizás ahora, que no hay compromisos laborales entre ambas, la relación que es estrictamente familiar pase a otro plano.
¿Servirá la herramienta tecnológica para lograr bandera blanca en este vínculo dañado?