¿Alguien recuerda a los primeros eliminados de Bailando 2014? Seguramente, pocos. Los buscadores pueden resolver esta intriga, sin embargo pocos estarán interesados en desentrañarla. Interesante es ver otro fenómeno que ocurrió este año. Dos historias de vida, alejadas del escandaloso ruido mediático, se instalaron en la pantalla chica y captaron como nunca la atención del televidente de ShowMatch.
Primero fue la estilista Lizy Tagliani, y ahora Javier Sixto Valdés Scull, conocido como El Cuba. El jefe de peinado de Ideas del Sur llegó de casualidad a la pista de baile, invitado por su amigo Hernán Piquín, y después de una rendidora performance se convirtió en una hora en el líder de la pareja número 15. Más allá de los detalles de la historia personal de este profesional, existe un fuerte lazo entre su vida y la de Lizy. Y no está relacionado al oficio que comparten.
Lizy y El Cuba, dos desconocidos para el público masivo, marcaron historia dentro del certamen, convirtiéndose en los únicos dos participantes que ingresaron por clamor popular, y no por una decisión inicial de la producción a principio de ciclo. Y mucho tuvieron que ver con esto las redes sociales, que cobraron en la vida de Tinelli y ShowMatch, un rol protagónico.
Este hecho habla de varios factores.
Primero, el cansancio del público de los cuentitos prefabricados de famosos y aspirantes, con previas irreales, performances que realizaron en otros ciclos o en teatro, y hasta romances ficticios. Recursos bastante trillados.
Segundo, que la contundencia de las vidas reales sigue impactando como siempre. Este mismo fenómeno se dio también cuando tenían un protagonismo mayor las historias de los bailarines (como fue Lorena Paranyes, la bonaerense a la cual su novio había mandado a quemar la cara con ácido muriático), las misiones solidarias que encaró el ciclo en el 2009 (durante El Musical de tus Sueños, cuando por ejemplo Matías Ale ayudó a conectar el agua en San Antonio de Apipe), o más recientemente cuando contó su realidad Noelia Pompa, en Bailando 2011.
Y tercero, la gran capacidad de Tinelli y su equipo de renovar el interés con distintos artilugios. Esta es la décima temporada, y durante todos estos años no faltó quien hablara del “agotamiento del formato”. Tampoco nunca faltó el ex participante o jurado que añoraba un tiempo mejor del programa (¡en el que participan ellos!).
Algunas veces, el gancho del certamen se sitúa en los famosos virtuosos (Piquín, Noelia, Cassano, Fidalgo, Archimó), otras en el despliegue de producción (Aquadance, Cuarto Giratorio, Bailando bajo la lluvia), a veces en las figuras del momento (Flor de la V, Nazarena, Ricardo Fort, La Mole, Charlotte), por momentos en el escándalo (sobran los ejemplos), pero históricamente también han tenido lugar las historias de vidas. Y El Cuba y Lizy aparecieron en 2014 para recuperar ese segmento emotivo del mejor show de la tele. Bienvenido sea.