Sin dudas, es éste el regreso más polémico y exitoso de “La Reina” de los almuerzos televisados. Criticada por muchos actores, combatida por figuras de su emisora, y en medio de las guerras de las exclusividades con los canales de la competencia.
Dos almuerzos y miles de polémicas bautizaron el regreso de Mirtha Legrand a sus almuerzos. La primera mesa con Florencia Peña y Santiago del Moro, con los que había tenido varias diferencias. El segundo domingo, una situación similar con Pamela David y Marina Calabró. A esto, se le sumo la decisión de El Trece de no ceder sus figuras, haciendo cumplir las cláusulas de exclusividad, tras la baja de Adrián Suar del primer programa, al que estaba convocado. Y a esto se sumó Telefé, que le notificó a la Señora que las figuras pedidas por su producción tampoco participarían del ciclo dominical, a consecuencia de las severas críticas que recibe el canal de las pelotas, por parte de los programas de espectáculos de América. Por lo tanto, según la misma Mirtha, quedan postergados la visita al programa de Susana, y el almuerzo entre las dos divas.
Atentos a los devenires de Chiquita, sus nietos, vía Twitter, también participaron de la polémica. Y consultada por periodistas, Moria Casán se autoexcluyó de la mesa más famosa de la tele: “La única manera de que vaya a ese programa, es que ella haga de mi mucama”, bromeo Moria.
Como si todo esto fuera poco, su nueva productora, Endemol, decidió quitarle a uno de sus laderos: Sergio Company, quien la había acompañado los últimos años de tele realizando sus escenografías. Fue reemplazado por Alberto Negrín.
“No hubo explicaciones (ni serían necesarias), pero igualmente hablaría bien de algunos que eso hubiera existido”, dice Company, amigo de la Legrand en los últimos 20 años. “No estoy enojado con Mirtha, pero fue una sorpresa con decepción. Ni siquiera me pidieron una cotización. Hice 14 temporadas invernales, Mirtha de noche, las temporadas en Mar del Plata (8), direcciones de arte en publicidades y la primera apertura filmada que tuvo Mirtha, más el arte de la segunda. Eso suma alrededor de más de 35 decorados y ambientaciones. Mirtha sólo pidió disculpas porque no era yo, y punto, nada más", confiesa el también panelista de La Jaula de la Moda (por Magazine).
“Es una linda escenografía, pero no siento que la represente. No la siento espectacular, y no está mal realizada, pero se mezcla en imagen con los decorados de La Dueña”, aclara Company con picardía.
Ahora, más allá de estos pequeños dolores de cabeza, Legrand volvió a su gran amor y con un éxito inédito. Buenos números que no obtenía en las últimas mesas, y un rating que jamás tuvo América en esa franja (promedió 6.5 puntos entre sus dos primeros programas).
La Dueña volvió con todo. Y está para mucho más.