Tras la exigencia de Canal 9 para que Viviana Canosa se tome licencia por un esguince, la gerencia de programación convocó a Chiche Gelblung para ocupar su silla, sin saber que el estilo chichesco despertaría una nueva polémica con la conductora titular de Más Viviana.
El viernes, una sucesión de comentarios y videographs, despertaron la ira de Canosa. A esto se le sumaron preguntas de Gelblung que incomodaron a la dueña de casa, como debatir "si la gente quería a Viviana o no". El periodista usó un confesionario para interrogar a las panelistas, provocando una gran irritación en la locutora.
El viernes, una sucesión de comentarios y los juegos de palabras, que se hicieron desde el videograph, despertaron la ira de Canosa. Uno de los titulares decía "La patria panelista quiere a Viviana Canosa en la hoguera", y también se hacían chistes con el nombre del ciclo, como "Más bolonqui" o "Menos Canosa". A esto se le sumaron preguntas de Gelblung que incomodaron a la dueña de casa, como debatir "si la gente quería a Canosa o no". El periodista usó un confesionario para interrogar a las panelistas y ahondar en el tema, provocando una gran irritación en la locutora.
Mientras este contenido se emitía, la abogada de la conductora llamó al canal para exigir que cesen este tipo de declaraciones y para pedir explicaciones de lo sucedido, como le explicó luego a Ciudad.com.
De esta manera, Ana Rosenfeld contactó a los directivos y a los abogados externos de la empresa para advertirles que Canal 9 estaba maltratando deliberadamente a la figura más importante de la señal, practicando mobbing ("asediar, acosar, acorralar en grupo"): "Que en tu propio canal manden información tergiversada y estén diciendo que Viviana no quiere volver, que si es querida o no por su equipo de trabajo y demás... Viviana sintió que están maltratando a una figura del canal. Y eso cae en la figura de acoso laboral", le contó la letrada a este sitio.
A pesar de las buenas intenciones expresadas a Viviana, (en diciembre, sus empleadores le expresaron su voto de confianza señalándola no sólo como “la figura del 9”, sino como la persona que más publicidad vendía), todo parece haberse desmadrado. A Canosa no sólo le irritó el episodio Gelblung, sino también los informes de Bendita, Duro de Domar y TVR. Fueron esos segmentos los que provocaron el llamado de Rosenfeld, para pedir “cautela” y frenar estos contenidos. Y así sucedió, el viernes en Bendita y el sábado en TVR desaparecieron como por arte de magia los informes sobre la polémica con la conductora. Incluso Beto Casella hizo una broma al respecto: "¿Tenemos el informe de Viviana Canosa? Ah, ¿no hay nada? ¿Qué pasó?".
"Chiche está haciendo una suplencia por instrucción de la ART. Pero de ninguna manera eso habilita a sus colegas, y menos que menos a sus compañeros del canal, a lastimar la imagen de Viviana. Maxime que está embarazada y hay que velar no sólo por su integridad física, sino también psicológica. Así la están lastimando", remarcó Rosenfeld.
Si este "acoso empresarial" no se detiene, se podría incluso llegar a una demanda millonaria en dólares, por la figura jurídica previamente explicitada.
Más bolonqui, dentro del denominado "Canosa-gate".