A pesar de jamás presentarse como un enemigo acérrimo del Gobierno, Darín recibió durísimas criticas de varios sectores. ¿Es su opinión lo más importante que pasa en nuestro país?
El actor de los ojos más azules del cine nacional dio una entrevista al mensuario Brando, y despertó la ira de muchos y el aplauso de otros tantos. Al instante, se propagó por Twitter un #TodosConDarin, al que no adhirieron la mayoría de sus colegas, pero sí masivamente el público. Con respecto a los referentes del gremio, hubo tres posturas:
1. Los que están en desacuerdo: como su hermana Alejandra Darín (Presidente del Sindicato de Actores) y Solita Silveyra, que salieron a cruzar al actor, con “amor”, con un “no están enfrentados”, pero evidentemente parándose en otra vereda.
2. Los que prefirieron no echar más leña al fuego y mantenerse neutrales como Enrique Pinti, Cecilia Roth y Dario Grandinetti, que se expresaron a favor de la libertad de expresión, de todas las partes.
3. Los que prefirieron el silencio: Julio Chávez, Miguel Angel Solá (quien tuvo que “exiliarse” en democracia por opinar), Carlos Rottemberg y Juan José Campanella, quienes rechazaron escribir columnas de opinión; aunque el director se solidarizó por Twitter.
A pesar de las descalifaciones, si hay algo que no puede negársele es su honestidad intelectual. Aunque lo traten de “ingenuo” o “pelotudo”, como hizo Federico Luppi.
El más contundente de los apoyos vino por parte de Adrián Suar, quien en la presentación de Solamente vos, opinó: "Cuando leí la carta se me heló la sangre. No se puede psicopatear a alguien de esa manera, un presidente no puede responder de esa manera. Hay una diferencia de estatura por el cargo".
Pero, ¿quién es Ricardo Darín?
Fue niño prodigio, galancito, novio de Susana Giménez (el único que con su talento superó esa mochila), la rompió en la tele durante cuatro temporadas con Mi cuñado, con ART fue taquillero en teatro varias temporadas en Buenos Aires, Mar del Plata y Madrid, y luego, gradualmente, no sólo se convirtió en el intérprete favorito de nuestro cine, sino también en el mayor referente del séptimo arte local. Con 44 películas sobre sus hombros, Darín es el cine nacional en sí mismo.
Sin embargo, a pesar de jamás presentarse como un enemigo acérrimo del Gobierno, recibió durísimas criticas de varios sectores. ¿Es su opinión lo más importante que pasa en nuestro país?
La evidencia reafirma que hablar es gratis, y que opinar cuesta caro.
No está de más recalcar que en la famosa causa de la camioneta que varios le recuerdan, el intérprete fue sobreseído por la Justicia en 2009, declarado como víctima de una estafa. La Aduana lo desligó del tema porque consideró que el ciudadano no fue responsable del contrabando.
Sin dudas, a pesar de las descalifaciones, si hay algo que no puede negársele es su honestidad intelectual. Aunque lo traten de “ingenuo” o “pelotudo”, como hizo Federico Luppi. Otra cualidad elogiable de su carrera es haber virado sus elecciones laborales hacia aquellos trabajos, que producen reflexión. Obviamente, dejando de lado, otro tipo de obras más redituables económicamente.
A pesar de todo esto, la evidencia reafirma que hablar es gratis, y que opinar cuesta caro.