El martes, en el barrio La Blanquita, del partido bonaerense de Merlo, sucedió un hecho de inseguridad que terminó con la muerte a mano armada de Federico Rivero (43), un colectivero de la línea 312. Entonces, en las últimas horas se produjo una violenta protesta contra los presuntos delincuentes que casi termina en tragedia, cuando los vecinos primero le incendiaron la casa y luego empujaron a Nicolás (20) al centro de una fogata, quien está internado en grave estado.
La investigación de ese episodio de salvajismo quedó a cargo de la Fiscalía N° 4 de Morón, en manos de Valeria Courtade. En este contexto, un móvil de Todas las tardes para hablar con los vecinos de la zona, hasta que el cronista anunció con brutal crudeza: “Nos avisan que está viniendo la familia del joven que fue prendido fuego el sábado a la noche. Vienen con una actitud obviamente hostil”.
"Seguramente la cámara es lo que altere un poco, no colaboremos para que esto termine aún peor".
Fuera de sí, una mujer se acercó a la cámara con las zapatillas en sus manos y sin barbijo para desahogarse: “Mi hermano no mató a nadie, no es un asesino. Todos los vecinos lo lincharon. Me lo mataron (N del R: el muchacho pelea por su vida), quiero Justicia por mi hermano. Mi hermano será ladrón, pero nunca un asesino, manga de hijos de p... ¿Por qué no lo agarraron de a uno?”. Mientras tanto, la policía presente intentaba contener los enfrentamientos.
Y después de ponerse cara a cara con otra mujer, la hermana del chico linchado lanzó una de sus zapatillas contra un vecino tras acusarlo de arrojar al joven al fuego. Con absoluto asombro y pesar, Maju Lozano comentaba lo lamentable de la inseguridad e injusticia que manifestaba la dantesca situación: “Es todo tan trágico, tan mal hecho, que no sabés por dónde empezar. (…) En algún momento la gente se harta y pasan estas cosas”.
Fue ahí que las amenazas se materializaron y los vecinas que se habían toreado al final se agarraron de los pelos y también se lanzaron golpes de puño. “Mati, te libero. Cuidate y andá. Saquemos la cámara de ahí para que los ánimos se calmen un poco. Seguramente la cámara es lo que altere un poco, no colaboremos para que esto termine aún peor”, cerró Maju Lozano.