Además de los recuerdos que se atesoran del ser querido que muere, quedan sus cosas. Y a veces, es a través de esos objetos cotidianos que acompañaron esa vida que ya no está que sus allegados pueden sentir su presencia.
En plena cuarentena y cubierto con un barbijo, el Pollo Álvarez visitó a Graciela y Silvino, los padres del joven asesinado en enero en Villa Gesell, en un móvil en vivo desde su casa, en el barrio de Recoleta.
Una de las partes más emotivas de la nota fue cuando el conductor de Nosotros a la mañana mostró el interior del cuarto de Fernando Báez Sosa, lleno de las fotos y cosas que les fueron acercando a la pareja, como un almohadón con imágenes impresas del estudiante. Pero fue un muñeco del Hombre Araña recostado sobre su cama lo que más captó la atención del periodista.
“Su muñeco del Hombre Araña él lo tiene desde que era chiquito. Decía que para él era como un hermano, siempre dormía con él cuando íbamos de vacaciones”, explicó Graciela, al contar el especial sentido del juguete.
“Un día lo trajo con la cabeza rota y lo tuvimos que arreglar. A veces, yo lo escondía y él lo volvía a encontrar”, siguió la mamá. Y señaló que, a pesar de los años, Fernando “nunca se despojó de él”.
"Decía que para él era como un hermano, siempre dormía con él cuando íbamos de vacaciones”.