Sin lugar a dudas, el de Sara Oyuela (83) fue uno de los nombres que ayer se destacaron. Porque no hubo noticiero ni portal que no le diera protagonismo a esta señora octagenaria que rompió la cuarentena para ir a tomar sol con su reposera al Parque Tres de Febrero y terminó discutiendo con los policías que la mandaron a su casa.
Indignada, la mujer habló esta mañana con el noticiero de eltrece y expresó su enojo por la situación. “Estoy muy disgustada porque yo respeto la cuarentena: me pongo el barbijo y guantes de goma, no toco ni la puerta del ascensor, me cuido muchísimo”, arrancó. Ante el comentario de Marcelo Bonelli -que le explicó que la prohibición de salir al parque es para todos- se excusó diciendo que “nadie conoce el Parque Tres de Febrero”.
“No lo usa nadie, ni siquiera cuando hace calor, es enorme”, dijo. Y agregó que como el espacio es tan grande, las personas están a varios metros de distancia aunque estén en el mismo parque.
“Ellos (los policías de la Ciudad) estaban pegados a mí, se me acercaban de una manera espantosa y además están buscando candidatos por Avenida del Libertador para hacer pavadas”, acusó Sara. Además, los acusó de “apestar”.
Ante la pregunta del conductor sobre por qué ellos apestaban y ella no, la señora señaló que los policías son mucho más peligrosos que ella por estar “entre las multitudes, tratando con los delincuentes”. “Ellos me pueden pasar coronavirus a mí, no yo a ellos”, dijo. Y agregó: “Me sentí maltratada como una vieja de cuarta”.
“Los policías estaban pegados a mí, se me acercaban de una manera espantosa; me sentí maltratada como una vieja de cuarta".
La señora aclaró que en su edificio todos sus vecinos tienen balcón y que no puede ventilarse porque la terraza y otros espacios comunes están clausurados. “Nadie puede ir arriba, ¿a dónde voy a ir a tomar sol y aire?”, planteó. “Es enorme, no le hago mal a nadie", dijo sobre su decisión rebelde de ir al parque.
Oyuela adelantó que piensa volver a la carga con su reposera y que para hacerlo tranquila quiere conseguir un permiso, porque la de ayer fue la segunda vez que se enfrentó con el personal policial. “No quiero que se me acerque más esta gentuza que anda toda contaminada. Patrullar un jardín donde no hay nadie no es trabajar”, continuó, furiosa.
“El Presidente, un pavote rodeado de idiotas igual que él, es el primero en dar el mal ejemplo”.
Pero su bronca alcanzó a Alberto Fernández, a quien tildó de “pavote”, que está “rodeado de idiotas igual que él y ninguno con barbijo”. “El Presidente es el primero en dar el mal ejemplo”, acusó.
“No le hago caso a nadie con el sol. Yo no obedezco”, concluyó, rebelde.