España es uno de los países más afectados por la pandemia del coronavirus que tiene en vilo al mundo y muchos argentinos están esperando poder volver a nuestro país cuanto antes, en los vuelos sanitarios que dispuso el Gobierno.
TN realizó el lunes una nota en vivo con una mujer estaba varada en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, y contó la dramática situación que atraviesa: “Estoy desde el viernes, es mi tercera noche durmiendo acá. No sabemos absolutamente nada. Nos dicen que vamos a salir en el primer vuelo sanitario. Pero no sabemos. Es súper angustiante, no sabés cuándo te vas a ir, si te estás enfermando acá porque estás en un lugar cerrado. No tenemos para comer, los dispensers de comida snack empezaron a vaciarse. Lo único que tenemos para comer es comida chatarra”.
"Es mi tercera noche durmiendo acá. Es súper angustiante, no sabés cuándo te vas a ir, si te estás enfermando acá porque estás en un lugar cerrado"
La señora contó entre lágrimas cómo le comunica lo que está viviendo a sus hijos, que están en Argentina: “Ellos están preocupados pero yo quiero estar fuerte para ellos para que no me vean mal pero ¿hasta dónde les podés manifestar a ellos que está todo bien? Si la realidad es que ni siquiera nosotros sabemos lo que está pasando afuera, porque no podemos movernos en un ómnibus porque la ciudad está cerrada”.
“Si realmente está todo tan mal, ¿por qué no nos traen alcohol en gel, saben que estamos viviendo acá? No tenemos alcohol en gel, guantes, barbijos, ni para asearnos: no tenemos jabón para las manos, nada. Vino gente de Extranjería, pero hoy nos dicen una cosa y a los 10 minutos, nos dicen otra. Mi sensación es que no saben absolutamente nada”, agregó.
"No tenemos para comer. No tenemos alcohol en gel, guantes, barbijos, ni para asearnos: no tenemos jabón para las manos, nada"
“Yo trato de decirle a mis hijos que estoy bien, que no pasa nada, les mando fotos riéndome, ellos me dicen 'qué bueno, se te ve mejor hoy'. Pero es mentira. No estoy bien, estuve dos días durmiendo arriba de la valija hasta que saqué la ropa y dormí en el piso, y me puse contenta. Nos regalaron comida y no sabía cómo agradecerle al chico”, cerró, con la voz quebrada.