A la distancia y en plena cuarentena obligatoria, Catherine Fulop recibió la noticia de parte de su propia hija, Oriana Sabatini, que tanto ella, como su novio, Paulo Dybala, fueron contagiados de coronavirus. Ambos se encuentran viviendo en Italia, uno de los países más afectados por la pandemia, por la carrera futbolística de él en la Juventus.
Ciudad se comunicó con Cathy para saber cómo reaccionó ante la confirmación de que Oriana y Paulo están infectados, y su tono de voz dejó percibir la preocupación y angustia de la venezolana.
"Estoy angustiada, pero me tranquiliza verlos bien, con ánimo. No son más que síntomas de una gripe, pero uno no deja de angustiarse porque uno está a la distancia".
-¿Cómo recibiste la noticia de que tu hija y su novio tienen coronavirus?
-Estoy con un poco de preocupación, pero estamos a cada rato hablándonos por videollamada. Los veo a los dos, que tienen síntomas leves. Les estoy dando todas las recomendaciones, que se cuiden, que reposen, que no hagan gimnasia, que si se sienten cansados que se acuesten. Porque uno como mamá, o papá, no deja de estar preocupada. Estoy deseando estar cerca de ellos y aceptando lo que nos toca vivir, en este momento. Igual, quiero llevar tranquilidad de que ellos están bien, por suerte. Y están cuidados, ya que él cuenta con los médicos de la Juventus y están todo el tiempo pendientes de ellos… Que esto sirva de ejemplo para que sepan que el coronavirus es muy contagioso y que los jóvenes también tomen conciencia que se pueden enfermar. Tienen pocas probabilidades de que los afecte fuerte, pero son portadores del virus y se tienen que quedar en casa. No se crean invencibles.
"Estoy deseando estar cerca de ellos y aceptando lo que nos toca vivir. Igual, quiero llevar tranquilidad de que ellos están bien. Y están cuidados".
-Se te escucha angustiada, ¿te asusta el panorama en la Argentina? ¿Creés que aún no se tomo total conciencia de la delicada problemática?
-Estoy angustiada, pero me tranquiliza verlos bien, con ánimo. No son más que síntomas de una gripe, pero uno no deja de angustiarse porque uno está a la distancia y como hay tantas incertidumbres, esperamos que no haya ninguna complicación. Por otro lado, yo siento que en la Argentina nos queda mucho por hacer. Cuando veo esas colas, de la gente trasladándose a otro lugares, digo '¡por favor!'. O cuando veo a los jóvenes que se van a jugar al futbol o se reúnen entre ellos, porque se sienten jóvenes. No se dan cuenta de que son portadores, más allá de que sus síntomas sean leves. Esto es muy contagioso. No tienen que estar en contacto con otras personas, tienen que estar en sus casas, para que no se siga propagando el virus. Esto nos tiene que servir de ejemplo: Ori no tiene mucho contacto con nadie allá y Paulo no se la pasa en la calle y están contagiados. Eso llama la atención. Hay mucha gente joven que tiene coronavirus y tienen que tomar conciencia para cuidar a la gente más grande, de alto riesgo. Esperemos que esto pase y que pase de la mejor manera.