El paso de los días de los ocho rugbiers todavía presos por el crimen de Fernando Baez Sosa hizo que los jóvenes asimilaran la vida tras las rejas. A casi dos meses del crimen, ocurrido el 18 de enero en Villa Gesell, Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Lucas (18) y Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Enzo Comelli (19), Blas Cinalli (18) y Ayrton Viollaz (20) habrían cambiado sus hábitos en la Unidad Penal 6 de Dolores.
Según contó Sandra Borghi en Nosotros a la Mañana, los jóvenes “dejaron de escuchar radio para no informarse más”. Y precisó: “Juegan a las cartas entre ellos y están mucho más tranquilos. Escuchan música y juegan a las cartas para mantenerse alejados de la realidad”.
De todas formas, la conductora enfatizó: “Su comportamiento sigue siendo sobrador hacia los agentes penitenciarios, aunque están más tranquilos y seguros”.
En cuanto a la prueba de tobilleras electrónicas, la periodista detalló: “Les dieron una explicación técnica. Además se midió la señal de las tobilleras en las casas y se hizo un monitoreo de la señal. El Servicio Penitenciario fue el que aprobó el procedimiento. Pero no quiere decir que el juez haya concedido la prisión domiciliaria”. En ese punto, Gastón Marote aclaró: “El juez pidió un informe ante una eventual liberación, pero no implica que tengan prisión domiciliaria”.