Versátil, divertido e hipnótico. Así es Facundo Ávila, arriba y abajo del escenario, y en una charla distendida con Ciudad nos contó sobre su vida, el nuevo musical que integra en el Teatro Regina y cuáles fueron algunos de los desafíos más importantes de su carrera.
En la piel de Danilo, el histriónico peluquero de Despeinada, la obra de la que forma parte y se estrenó este 2 de mayo en la Ciudad de Buenos Aires, Facundo saca a relucir todo su potencial como un completo artista de la comedia musical.
De los creadores de Chicas de New York, Despeinada finalmente llegó a la escena porteña tras varios años de preparación, con 25 artistas en escena. Basada en los años 60, nos remonta a aquella época en nuestro país con las canciones más icónicas de Palito Ortega, Violeta Rivas, Donald, Sandro y más.
“Despeinada es una obra para regalar a todos aquellos jóvenes de esa época que recuerdan con tanto amor aquellos tiempos”.
“Es una comedia de enredos como hilo conductor, hay muchas referencias a la época y unos cuadros musicales maravillosos. Es una obra para regalar a todos aquellos jóvenes de esa época que recuerdan con tanto amor aquellos tiempos”, sostiene Facundo.
FACUNDO ÁVILA, ÍNTIMO SOBRE SU CARRERA EN LA ACTUACIÓN, SUS MAYORES DESAFÍOS Y SUS PRINCIPALES REFERENTES
- ¿Cómo fueron tus primeros pasos en el mundo de la actuación? ¿En qué momento dijiste: “Esto es lo mío”?
FA - ¡Uh! Bueno, trataré de ser breve... jaja! Siempre, inconscientemente, mi alma estuvo ligada al teatro. Podemos decir que todos los que hoy somos acores, fuimos de niños el “granadero destacado” del acto de 25 de mayo.
Por mi parte, pude materializar ese deseo de acercarme a mi primera escuela de teatro a mis jóvenes 22 años, Protagonistas, una escuela de teatro musical liderada por Hernán Kuttel y Marcelo Sykz.
Elegir esa escuela fue una gran decisión, porque la calidad de artistas y profesores hicieron que pudiera aprender no solo lo técnico, sino todo lo demás: la disciplina laboral, la puesta escénica y la caracterización, entre otras cuestiones. De hecho, la escuela fue un gran semillero de artistas.
Después me seguí formando individualmente con profesores particulares en todas las áreas y posteriormente hice una carrera en EMBA, ya con título y toda la cosa. EMBA fue uno de los lugares donde más aprendí sobre todo lo orientado a lo técnico de cada área.
“Lo que verdaderamente te mantiene artista y ‘en lo tuyo’ es la validación y búsqueda propia e interna que no te abandona, que te hace crecer y que te impulsa a nunca dejar de buscar espacios donde compartir tu arte”.
Yo creo que uno como artista dice “esto es lo mío” cuando esa fuerte validación propia acerca del ser artista se acompaña con la validación del afuera también, es una profesión donde recibimos el aplauso o el tomatazo, el “quedaste” o el “te llamamos”, y donde el público, el director o el productor te eligen o no.
Con tus primeros aplausos, con tu primer “queremos que seas parte del elenco”, con tu primer recibo de pago de Actores profesionalizás esa validación, pero lo que verdaderamente te mantiene artista y “en lo tuyo” es la validación y búsqueda propia e interna que no te abandona, que te hace crecer y que te impulsa a nunca dejar de buscar espacios donde compartir tu arte.
- ¿Cuáles serían tus referentes en el rubro?
FA - Los tengo perfectamente identificados. Yo considero que los referentes son un mascarón de proa y son muy necesarios para la carrera de un artista. Saber elegir los referentes, ser observador, qué estéticas son las que elijo seguir o con quién estudiar. Todo eso es muy importante
Debido a mi edad he podido ver la grandeza escénica de Karina K interpretando a Sally Bowles en Cabaret, en Judy, en Souvenir; a Elena Roger y Diego Reinhold en Mina Che Cossa Sei! con dirección de Valeria Ambrosio, a Alejandra Radano, Dan Breitman, Sanda Guida, Nicolás Scarpino y Omar Calicchio haciendo interpretaciones maravillosas.
“Ser fan tiene mala prensa, no es tan así cuando son referentes que acompañan tu proceso y tu camino artístico”.
Todos ellos son una generación de artistas que desde la butaca los disfruto como fan, pero también los observo súper atento como una masterclass, qué hacen, que decisiones toman, por qué lo hacen. Ser fan tiene mala prensa, no es tan así cuando son referentes que acompañan tu proceso y tu camino artístico.
- ¿Algún gran desafío que hayas afrontado actuando o algo que te haya marcado mucho?
FA - Podría decir que los grandes desafíos artísticamente fueron las dos obras autogestionadas que hice, Amapolias y Piantaos.
Mi inquietud me llevó a juntarme con amigos en momentos de bache artístico y ponerme al hombro en producción y dirección obras autogestivas que gratamente siempre trascendieron y fueron hermosamente recibidas por el público.
Y abarcar varias áreas en el proceso, salir a buscar sala, coordinar ensayos, vender las funciones, y desde lo económico como inversión en vestuario o escenografía. Sin demasiada experiencia, pero con hambre de aprender y nutrirme de todo eso me han significado un gran desafío.
Y, sin duda alguna, me han marcado mucho, son esos proyectos donde la ganancia no es material, viene de otra manera, invaluable y maravillosa. Son experiencias que te crecen, te enseñan, y que ves para atrás y te llenan de orgullo.
Todavía hoy, muchos que participaron de estos proyectos, me preguntan: “¿cuándo volvemos con Piantaos?” Y eso me afirma que las cosas con amor, pasión y ganas solo dejan buenos recuerdos y experiencias.
- ¿Qué obras clásicas de teatro dirías que son tus favoritas?
FA - Tengo cierta atracción por las obras más oscuras y pasionales. Donde las historias y los personajes muestran o cuentan sus costados más vulnerables, más grotescos, donde los personajes dan grandes saltos al vacío y se exponen.
Por ejemplo, cuando se estrenó Sweeney Todd en Argentina, fui corriendo a verla… ¿Eso responde tu pregunta? Jaja!
Todo el universo de Sondheim me parece muy interesante, y las historias que acercan a los personajes a sus propios límites racionales o éticos me interpelan.
- Si tuvieras que hacer una obra sobre tu vida, ¿cómo la llamarías?
FA - Un unipersonal que hable de la ansiedad y que se llame “¡Es menos!”.