"Ya pasé por el bajón, ahora estoy con fuerzas para salir adelante". Se la escucha entera. Con los temores lógicos, pero de pie. Dispuesta a dar pelea. Por eso Mariana Diarco decide confesar su problema de salud. Y, como suele suceder en estos casos, dar un mensaje de optimismo ante la dura realidad. "Me detectaron un tumor en la parte baja del pulmón derecho. Ahora tengo que hacerme una biopsia para saber si es maligno y tengo que operarme, o si es benigno y puedo sacarlo con medicación", le cuenta a Ciudad.com la vedette de tan sólo 23 años, cuya belleza fuera musa inspiradora de Andrés Calamaro, su ex (famosa) pareja.
"Yo había comenzado con un tratamiento psicológico con una doctora que, además de psicóloga, es psiquiatra y médica clínica. Y cuando me hizo el chequeo de rutina, no me escuchó bien en el pulmón derecho. Primero me dio unos antibióticos y como me seguía escuchando igual, me mandó a hacer placas y análisis de sangre. Ahí fue que se descubrió una mancha", explica Mariana.
Con los primeros resultados en la mano, la doctora le hizo una pregunta tan puntual como llamativa: "¿Sentís que por momentos tenés hambre de aire?". La respuesta de Diarco fue inequívoca: "Sí, me pasa seguido". Entonces, la alarma se encendió definitivamente. "Me mandó a hacer más estudios, y ya se comprobó que es un tumor. Ahora tengo que hacerme una biopsia para saber qué tipo de tumor es. Lo importante es que, en el caso de que sea maligno, por suerte se descubrió a tiempo", narra Mariana.
"Lo que haya que hacer, se tendrá que hacer. Con miedo, con suspensos, pero con mucho optimismo. Sé que voy a ganarle".
-¿Cuál fue tu primera reacción ante la noticia?
-Pasé por un momento obvio de tristeza y bajón, pero ahora estoy con fuerzas para salir adelante. Ya hacerme la biopsia va a ser fuerte para mí, todo ese proceso agresivo me pone nerviosa, pero si es algo malo, voy a ser fuerte y lo afrontaré con todas las ganas de salir adelante. Hay que sacarlo de mi cuerpo, y lo voy a hacer con positividad y buena onda. Yo soy de las que creen que las enfermedades van muy de la mano con la cabeza de uno, y de acuerdo a la manera en que uno se lo tome, puede superarlo.
-¿Tenés miedo?
-Sí, estoy asustada, no voy a negarlo. Tenía varios proyectos para este año, así que espero que no sea nada malo. Por suerte estoy contenida por mi hermana, mis amigos y mi doctora. Me encantaría tener a mi mamá acá, pero ella vive en Estados Unidos y también está con problemitas de salud, así que no quiero molestarla.
-¿Estás con reposo absoluto?
-Sí, pero yo no lo estoy cumpliendo del todo: ahora, por ejemplo, me voy a ir a la peluquería a ponerme linda, quiero sentirme bien conmigo misma. Mañana arranco la segunda temporada de un programa de radio en FM Palermo 93.9 (Radio Rebel, de 22 a 0 horas) y a fines de marzo tengo pensado grabar un mediometraje. Yo no había tenido un buen verano, por algunas cosas que me pasaron, entonces ahora quiero salir adelante.
-¿Qué cosas te pasaron?
-Tuve una separación traumática de mi novio (N de la R: el futbolista Ezequiel "Galgo" Schelotto, actualmente en el Atalanta de Italia) que me hizo mal. Y después me deprimió el hecho de no poder tener una continuidad laboral, pese a que me preparo y busco la posibilidad.
-Ante esta enfermedad, es inevitable pensar en los cambios estéticos que puede sufrir una persona durante el tratamiento, como la pérdida de pelo. Y para vos, que trabajás con tu imagen, no debe ser algo menor. ¿Cómo vivís esa posibilidad?
-Es una de las cosas que le pregunté a la doctora, y me dijo que ya de por sí con los medicamentos que me darían en el caso de que sea un tumor benigno, puedo tener pérdida de cabello. Y como vos dijiste, al trabajar con mi imagen, es algo que me afecta bastante. Pero bueno, será un tiempo y lo afrontaré lo mejor posible. Yo ya tengo claro que hay algo en mi cuerpo que tengo que sacar como sea, entonces me estoy mentalizando para ponerme pilas, positiva e ir para adelante. Lo que haya que hacer, se tendrá que hacer. Con miedo, con suspensos, pero con mucho optimismo. Sé que voy a ganarle. No creo que sea el momento para que me pase algo grave, me quedan un montón de cosas por vivir.