Desde que Nicolás Repetto lanzó la famosa frase de "la TV fideos con tuco", la prensa discute por enésima vez el empleo del archivo como motor de varios programas. La polémica sigue viva y se reanuda permanentemente. De lo que no hay ninguna duda, es que este tipo de ciclos tiene una repercusión en la Argentina como no hay en casi ningún otro lugar del mundo.
La TV chilena tiene restringida la emisión de imágenes de otro canal, salvo que se logre la autorización.
Desde la aparición del pionero PNP (Perdona Nuestros Pecados) en 1994, la cantidad de pantalla que ocuparon estos envíos se reprodujo año tras año, y el furor no cesa. Hoy por hoy, conviven Zapping, TVR, Demoliendo teles, Plan TV, RSM, Bendita, Duro de Domar y 678, entre otros. Todos los canales echan mano a este formato tan criticado como lícito.
Pero, ¿qué pasa en otros lugares del planeta?
Por ejemplo, España también consume como nosotros estos ciclos pero en menor medida. Allí, se presentan: I love TV (de Telecinco con imágenes nacionales e internacionales) y Zapping de surferos (con lo mejor de las distintas cadenas). En este país, no hay establecido ningún límite de repetición de contenido de otras empresas y hay varios programas de este estilo. Los canales tienen derecho sobre sus imágenes durante 100 años, pero si toman prestado de otras cadenas deben poner un rotulo de agradecimiento visible en pantalla, durante la reproducción de la misma.
En Miami ven como impensado el formato de archivos: "El argentino es más de criticar que hacer. Aquí provocaría enojos por nuestra idiosincrasia", dicen.
Por su parte, la TV chilena tiene como restricción emitir imágenes de otro canal a menos que se logre la correspondiente autorización. Años atrás, se realizaban varios shows utilizando el aire de otros canales, pero finalmente las emisoras se vieron perjudicadas al promocionar al competidor. Los programas de farándula armaban compactos o resúmenes de las teleseries y esto provocó que los canales y el Consejo Nacional de Televisión prohibieran su uso. Incluso, durante el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar tampoco está avalado: sólo el canal oficial tiene los derechos de transmitir una cierta cantidad de minutaje.
En otras latitudes la situación es muy distinta. En Miami, las cadenas latinas ven como "impensado" el formato de archivos. Según, me relata un colega, "la característica del argentino es criticar más que hacer. Aquí es diferente, se gastan más energías en hacer. La TV hispana es muy pobre, pero nadie haría un programa burlándose de los otros porque duraría horas y no tendría apoyo, provocaría varios enojos por nuestra idiosincrasia".
El archivo no es bueno ni malo en sí mismo, sino por el contrario: una herramienta valiosísima de este medio.
En México, las grandes empresas de tele-radiodifusión no producen resúmenes al estilo local. Lo más similar a lo que vemos en nuestra TV son resúmenes diarios o semanales de las ficciones, que son el fuerte de esa región. Compactos con lo mejor de cada capítulo o con noticias de las estrellas locales.
Más allá de restricciones, uso indebido del material o tergiversación en las ediciones, el archivo no es bueno ni malo en sí mismo, sino por el contrario: una herramienta valiosísima de este medio.