Es la diva más terrenal. La más cercana a la gente. La que “desacraliza al medio”, como le gusta decir a ella. Por eso su presencia es moneda corriente en los programas que practican el deporte que más le gusta a la televisión de hoy: hablar de lo que pasa en la televisión. Así es Moria Casán. Directa. Frontal. Sin filtro. Una máquina de dar títulos. Y en esta entrevista exclusiva con Ciudad.com dejará más de uno.
“Siento que la televisión de hoy me pide opinión porque el talk-show, o sea, el show de la conversación, siempre rinde. Y a la gente le entretiene escucharme”, explica con naturalidad la mujer que –una vez más- llena teatros con Brujas, mientras se prepara para protagonizar Cruzadas, una comedia cinematográfica que la tendrá junto a Norma Aleandro, con la participación especial de Enrique Pinti y bajo la dirección de Diego Rafecas.
-¿Te gustaría que en vez de llamarte para pedirte que opines de tal o cual tema, un productor levante el teléfono y te diga “quiero que tengas un programa propio”?
-Por supuesto, pero en esta televisión globalizada ya no interesan tanto los talk shows, que son realities que pasan a ser ficcionados, como la realidad misma. Y la realidad misma soy yo opinando.
-¿Te gustaría conducir un programa de espectáculos?
-Sí, me encantaría. De hecho cuando me llaman de los programas, lo que hago es sacudir las sábanas del medio, con ironía. Como conozco todo y a todos, es divertido.
-¿Es peligroso que la televisión se mire tanto al ombligo?
-Es el típico problema argentino. Cuando algo rinde, lo gastan hasta quemarlo. Ya pasó con las canchas de bowling, las de pádel y las pistas de hielo. Y acá va a ser igual. Pero también hay buenos productos de ficción y entretenimiento, eh. No critico a nuestra televisión, me parece que es excelente y es lo que hay.
-¿Por qué algunos personajes mediáticos que tienen tanto rating en televisión, cuando van al teatro no cumplen con esas expectativas en venta de entradas?
-Porque cuando hay que poner un billete, la gente elige calidad. En cambio la televisión se usa más como fast food, como comida rápida, al paso, para engañar al estómago. Eso siempre fue así. En Mar del Plata se han caído monstruos que llegaron con 50 puntos de rating y tuvieron que bajar la obra a los 15 días porque no los iba a ver nadie. Ahí se ven los artistas, en el teatro. Esperá a que llegue el verano y vas a ver como más de uno va a tener que salir a regalar entradas.
-¿Estás distanciada con Susana Giménez desde que la criticaste por no haberte ido a ver al teatro?
-Lo que pasó con Susana fue que sentí que no hubo una devolución profesional hacia mi persona. Si durante tantos años fui a tu programa, y un día te pido que vengas a verme al teatro o a mi cumpleaños y nunca venís, después no digas me tenés un gran cariño, porque no te creo nada.
-Cuando te peleaste con Mirtha Legrand, ella dijo que iba a iniciarte una demanda penal y otra civil por calumnias e injurias. ¿En qué quedó eso? ¿Al final hubo demanda?
-No, nunca me llegó ninguna notificación. En su momento a mí me dolió cuando ella salió a querer darme consejos de vida por un tema mío que no le importaba (NdeR: su pelea mediática con Antonio Gasalla), pero ya pasó.
-¿Volverías a sentarte a su mesa si te invita al programa?
-No tendría problemas porque yo no hice nada malo. En todo caso el daño me lo hizo ella a mí. Lo que pasa es que cuando le ponés los puntos a una persona que es intocable, se enoja. Además fijate que yo no lo dije nada a comparación de lo que después le dijo Aníbal Fernández, que la trató de inculta, maleducada e ignorante. O Damián de Santo, que le dijo necia y ella le respondió “te amo”. ¿Soy clara?
-¿Cómo marcha tu relación con el empresario Bruno Spinetto Mendoza, de 33 años?
-Muy bien, ya llevamos cuatro meses juntos. Tenemos una química increíble y me hace feliz. Además es un divino, que me agasaja permanentemente con detalles. Por ejemplo el otro día me hizo un cuadro pintado con la mano, que es uno de sus hobbies. Y lo más importante es que nunca me planteó ningún tipo de complejo. Desacraliza la figura: se acuesta con Ana María Casanova y se levanta con Ana María Casanova. No se acuesta con Moria Casán.
-En tus últimas relaciones hablabas de sex toy, de touch and go… ¿Bruno se ganó el título de novio?
-Enseguida. Y sin imponerlo. Entró a mi vida y me ganó por su presencia, su sentido del humor y su bondad. Me demostró que quería estar conmigo en serio. Por eso es mi novio.